La libertad es tan difícil de conseguir como fácil de perder.

Dios nos dio la voluntad; la voluntad, la libertad, y ésta, el mercado.El mercado nos hizo libres, y el Estado nos llevó a la esclavitud.

Trabajador, si los políticos nada más ayudan a los empresarios, ¡HAZTE EMPRESARIO!

martes, enero 25, 2011

Los diputados no tienen que hacer esfuerzos...

...y los demás cargos públicos tampoco.

Rajoy, animado por buenas vibraciones que su aparato le transmite, se ha animado a proponer la supresión de parte de los privilegios de los diputados con respecto a la pensión que reciben.

A unos meses de las elecciones, y a algunos más del comienzo de la crisis, esta propuesta suena a oportunista. Llega tarde, tanto para colaborar en la superación del déficit público como para satisfacer a los contribuyentes escandalizados desde hace lustros por la situación privilegiada de los políticos de todos los ámbitos, también cuando dejan sus puestos.

Los políticos no deberían sufrir angustia económica por no llegar a fin de mes. Por eso, cobran, por ejemplo, los diputados, más de tres mil euros al mes como base. Pero, ¿y el resto de españoles? ¿No tienen derecho a llegar holgadamente al siguiente mes?

Hace ya mucho que se perdió la motivación altruista de la representación pública, el honor de servir a tus conciudadanos y a tu nación. Hace muchos años que se perdió el sentido romano de la "República".

Con esto no quiero decir que los gobernantes no tengan que recibir una contraprestación económica, o que los que los representantes políticos, en tanto en cuanto se dediquen a esa función, no tengan recursos para vivir. Quiero decir, que no por ejercer un cargo público en representación de los ciudadanos, tienen derecho a recibir unos privilegios o tener una situación económica muy lejos del resto de mortales.

El abuelo de una amiga fue Procurador en Cortes durante el régimen de Franco (sí, había elecciones de vez en cuando y se elegían Cortes). Y me comenta que, para su familia, ser representante electo fue un gasto sustancial que tuvo que costearse con su patrimonio.

En mi familia tengo casos de parientes que fueron alcaldes de pueblos y que, económicamente, se vieron perjudicados por ejercer esos cargos, pues no recibían un sueldo y no podían dedicarse a sus trabajos ordinarios ni al campo.

El nivel de vida de un político de éxito, de alcalde hacía arriba, (dejo fuera a muchos concejales en la oposición) hace que la política atraiga a muchos individuos deseosos de mejorar su situación personal sin realizar más esfuerzo que palmotear de fin en fin de semana y llevar cafés y papeles en los días laborables. El escaso nivel de exigencia intelectual y ética en los partidos potencia la endogamia chupóptera que cubre las estructuras políticas; así como la escasa autocrítica y la verdadera transparencia ideológica.

Esta falta de sentimiento político de servicio a la comunidad en la clase política ha tenido dos consecuencias:
Una primera es que, desde hace mucho tiempo, el nivel de los políticos ha descendido drásticamente: cultural, intelectual y profesionalmente. La muestra es el actual Gobierno que no gobierna España.
Una segunda consecuencia es el alejamiento drástico de los políticos con respecto al sentir ciudadano y el de buenos profesionales hacía la carrera política. Para comprobarlo, véase encuestas sobre la valoración de los políticos por parte de la sociedad española.

Es necesario una revisión de todos los presupuestos públicos y ajustar a la media española los sueldos de alcaldes, diputados, presidentes de CCAA, secretarios de Estado, consejeros...y la desaparición de las empresas públicas. Es necesario la regeneración política, la verdadera democratización de los partidos políticos, la transparencia en las Administraciones y en los presupuestos públicos, la limitación de mandatos, la prohibición de déficit público...

Si a las señorias les molesta éste reajuste económico, si a los alcaldes y demás políticos les pica una bajada de sueldos porque no van a poder hacer viajecitos, si van a tener que hacer un esfuerzo sobrenatural para seguir en la poltrona... No, mire, no queremos que sufra. Váyase antes de que le dé algo malo, váyase, que ya habrá otros que quieran ejercer sus funciones por menos dinero.

Tantas cosas hay que cambiar, y lo primero es la propia visión de la política, que no de los políticos, a la sociedad. La política está al servicio de la sociedad, y no al revés.

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