La libertad es tan difícil de conseguir como fácil de perder.

Dios nos dio la voluntad; la voluntad, la libertad, y ésta, el mercado.El mercado nos hizo libres, y el Estado nos llevó a la esclavitud.

Trabajador, si los políticos nada más ayudan a los empresarios, ¡HAZTE EMPRESARIO!

sábado, agosto 21, 2010

¡Anda Lucía, levántate y pide tierra y libertad!

Así reza una frase del himno andaluz (Andaluces, levantaos, pedid tierra y libertad, sea por Andalucia libre, España y la Humanidad).

Andalucía es la Región española con mayor número de habitantes, la segunda más extensa y una de las más pobres. Y con un gobierno socialista que pronto cumplirá 30 años.

Durante los 60 y 70, muchos andaluces emigraron a las nuevas zonas industriales de España: Barcelona, Bilbao y Madrid. Andalucía era destinada, como Extremadura, a ser la bodega del resto de la nación con decenas de pueblos de colonización para dotar de mano de obra y modernización a la agricultura nacional.

Las medidas del régimen de Franco, eminentemente sociales-socialistas, fueron bien recibidas por los beneficiarios (daba un terreno y un hogar con todo los aparejos de trabajo a las familias más pobres de los pueblos de los alrededores del pueblo de colonización). Tan bien fueron recibida que precisamente son estas zonas rurales las que siguen votando a partidos de corte socialista, aunque esos pueblos estén más poblados por propietarios de fincas (aunque sean pequeñas) que por jornaleros.

Así, si nos paramos a ver los resultados de las elecciones de hace años, podemos observar cómo las zonas que fueron objetivo de las medidas franquistas (a mayores niveles) han evolucionado muy poco su voto a lo largo de la etapa democrática:las zonas rurales han votado a los socialistas (Extremadura, Andalucia, Castillas, Aragón…) salvo las regiones del Levante (luego explicaré porqué) y las zonas industriales (País Vasco y Cataluña) han seguido eligiendo la tendencia nacionalista para poder conservar lo conseguido, por miedo a perder su estatus, del resto de regiones.

Tantos unos como otros han votado para conservar las prevendas y los roles que Franco les concedió: los trabajadores del campo quieren medidas sociales que les permitan vivir eternamente en sus pueblos y en sus campos; y los trabajadores de las industrias aceptan el mito nacionalista para poder mantener sus puestos de trabajo y su buena vida sacándole recursos a la hucha común de España.

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¿Qué ocurre con el Levante?
¿Por qué una zona rural como Murcia puede votar un 60% al Partido Popular?

Como en todo hay muchos factores y sería necesario hacer una análisis más detallado para poder acertar plenamente.

Me voy a aventurar y dar lo que para mí es la razón central: parte de la justificación del sentido del voto es que en esas zonas los campesinos (citricos y hortalizas en su mayoría) son concientes de la propiedad de sus tierras y lo que significa vivir de tus propiedades. Se han dado cuenta de cómo funciona la economía (y la política), y al ser propietarios de tierras y pequeñas empresas, prefieren tener el dinero en su bolsillo que estar dependiendo de las ayudas del Estado. Otros factores pueden ser la proximidad del mar y la expansión económica experimentada gracias al turismo, que permita que se tenga mayores posibilidades para su futuro.

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Si nos basamos en los pilares de ideología falangista, en la política llevada a cabo en la etapa franquista y los resultados de las elecciones en la etapa democrática, podemos decir que el sentimiento socialista en España viene directamente del franquismo; el socialismo es el verdadero sucesor de esas ideas, ya que la dictadura de Franco fue, en gran parte, un régimen socialista. Es contradictorio que sean, precisamente, los socialistas los que intenten insultar a los del PP llamándolos sucesores del franquismo cuando son ellos los que abogan, prácticamente, por lo mismo que la ideología franquista hizo (por lo menos, en las primeras etapas). A menos que consideren al PP socialista (democracia-cristiana) y se olviden del corte liberal que las bases del Partido Popular promueven.

Espero que no intenten alterar el significado de los términos de forma malintencionada. Franco ha sido el mayor "socialista" que ha estado en el poder (llamándose de forma diferente), aunque luego comprendiera que no se podía desarrollar económicamente con autarquía, sino con mercados más libres.

Fue socialista porque llevo a cabo medidas estatales fuertes, organizó la economía a través de instituciones económicas estatales, creó empresas monopolísticas estatales y potenció el poder del Estado como centro de la vida social de la nación, de forma que España se convirtió en un Estado social.

El destino de los andaluces está en sus manos en las próximas elecciones: es posible un cambio de partido gobernante. Aunque el cambio de Gobierno no vaya a significar radicalmente un cambio en el sentimiento social andaluz puede ser el primer paso para que Andalucia deje el siglo XIX y se enfrente con el futuro en el XXI.

Los andaluces tienen que dejar de depender de la casta política socialista y de sus eternas promesas jamás cumplidas.
Los andaluces necesitan levantarse y pedir la propiedad de sus tierras, de sus vidas y de su futuro.
Los andaluces necesitan LIBERTAD.

lunes, agosto 09, 2010

Sobre porqué la propiedad privada ha permitido que no desaparezcan los toros de lidia.

La conservación de la naturaleza es uno de los casos donde el liberalismo y la propiedad privada funcionan aunque no se ha sabido vender este arrollador éxito. Gracias a la propiedad privada, al cuidado personal e interesado de los propietarios, se han conservado flora y fauna, que en otra situación hubiera desaparecido.

En España, tenemos el más claro ejemplo con el ganado bravo, especie única en España, en oposición a otros animales salvajes como lobos, osos o linces. Durante la Edad Media, era normal que los señores salieran a cazar y a lancear toros. Poco a poco, el arte de lancear toros se fue perfeccionando y generalizando, consiguiendo mantener manadas de toros en zonas estratégicamente seleccionadas y extraer de ellas a las reses que iban a ser lanceadas.
Durante el siglo XVIII, se establecen las primeras ganaderías de reses bravas gracias al auge de las fiestas y al establecimiento de la estructura de las corridas de toros.

Así, serán personas privadas las que comenzarán a criar toros de lidia, animales salvajes en fincas particulares. Así, dándole una finalidad comercial a la especie y pudiendo ser respetada la propiedad de los animales, comenzó la crianza del toro de lidia.

A los toros de lidia se les respetó su hábitat natural, la dehesa, y se potenció, a su vez, el ecosistema propio del campo español con espacios extensos de encinas y alcornoques. Con los toros, convivían todo tipo de animales, y miles de hectáreas se conservaron tal y cómo eran y no se transformaron para dedicarlas a la agricultura.

Por su finalidad de servir en las corridas de toros, gracias a su natural bravura, el toro bravo ha podido conservarse y vivir tantos años creciendo en número de ejemplares, cuando otros animales salvajes se han visto abocados a su casi desaparición. Así, animales salvajes como el lobo, el oso o el lince, sin finalidad ni interés privado, fueron matados en la mayor parte de España y recluidos en parques naturales donde viven un mínimo número de ejemplares.

El problema surge cuando, en la actualidad, el sentimiento ecologista de ciudad observa como el toro muere en la plaza por una estocada; y prefiere que el animal ni siquiera hubiera vivido con tal de no tener que morir así.

Entonces, la razón por la que vive el toro, la lidia en la plaza, se transforma en la causa de su extinción, ya que si los toros no pueden ser toreados, nadie criaría toros de lidia, por lo que ni toros ni vacas bravas podrían vivir. Las dehesas serían destinadas a la labranza y se perdería el ecosistema natural, y las especies que viven allí, ya que es imposible mantener manadas de toros bravos sueltos por España por el peligro que supondría para las personas.

Piensan algunos que se podrían mantener ejemplares en parques naturales pagado por el Estado. Dicho esto, no tengo más remedio que preguntar: ¿prefieren estos “defensores de la vida de los toros” que sólo vivan 100 o 200 animales en lugar las decenas de miles que viven en la actualidad?
¿Quién defiende más el derecho a la vida de los toros y las vacas que los que potencian su crianza por parte de ganaderos a su bien y riesgo en las fincas españolas, francesas, portuguesas, mexicanas, colombianas, peruanas, venezolanas y ecuatorianas?

Así, podríamos decir que gracias a las corridas de toros y a su libre mercado (ganaderos, toreros, aficionados, empresarios) miles de animales salvajes viven en pleno siglo XXI en mitad de países industrializados sin temor a desaparecer.

Otro ejemplo donde vemos que la propiedad privada es una solución factible para las especies en peligro de extinción es el caso de los elefantes en Zimbawe. En este país, los nativos son propietarios de las manadas de elefantes, protegiéndolos celosamente de que sean cazados ilegalmente, y obteniendo recursos a través de la caza legal y organizada.

En cambio, otras especies de animales sin finalidad económica y sin ser propiedad de nadie desaparecen sin que se pueda hacer nada, a diferencia de los casos de los toros bravos o los elefantes africanos.

jueves, agosto 05, 2010

Comentario al artículo "Era la educación, estúpidos" de Alicia Delibes en LibertadDigital

Tengo previsto publicar un artículo sobre educación, pero será más adelante, pues después de leer elartículo que enlazo más abajo no tengo razones para escribir el mío, por ahora. En este artículo, la autora expone los sistemas educativos en Gran Bretaña durante el siglo XX y como la filosofía pedagógica imperante (la igualitaria-socialista) ha entrado necesariamente en cuarentena con esta crisis como tantas máximas progres.

Le dedicó esta referencia a tantos maestros que han visto cómo sus sueños de enseñar fueron destruidos por lo pedagógicamente correcto de la LOGSE y demás consignas "modernas"; como han visto que el nivel de la educación en España ha descendido irremediablemente por culpa de unas autoridades más preocupadas en mantener la sopa boba para bobos que en mejorar y hacer una sociedad mejor.

Era la educación, estúpidos

Alicia Delibes

[...]
Desde los años veinte, con el argumento de que sólo con una educación igual para todos se podía aspirar a una sociedad más igualitaria, los socialistas europeos habían defendido un modelo unificado de escuela desde la primaria a la universidad.
[...]
La selección, la competencia, el reconocimiento del mérito escolar, la disciplina y el esfuerzo eran expresiones asociadas a un elitismo académico que se consideraba perjudicial para la educación de los futuros ciudadanos de una sociedad democrática.
[...]
Esa filosofía igualitaria no sólo inspiró la educación británica sino también la de una gran parte de Europa occidental. La extensión de la edad obligatoria de escolarización se fue haciendo sobre la base de una misma formación para todos. La selección de los mejores estaba reñida con el principio democrático de escuela. Esta idea, que era puramente socialista, caló profundamente en la sociedad y sólo un político suicida podía ser capaz de cuestionarla.

Alemania, y algunos países de su entorno cultural como, por ejemplo, Luxemburgo, han sido los únicos en mantener un sistema tripartito similar al de la Ley Butler del 44. Resulta curioso observar cómo, desde que la crisis económica se ha apoderado de Europa, políticos, incluso de izquierdas, empiezan a sentir cierta curiosidad por ese modelo educativo germánico que hasta ahora había sido el símbolo de la más pura incorrección pedagógica y política. Suele alabarse la eficacia de la formación profesional alemana, pero eso sí, tratando de ignorar el hecho de que para algunos niños esa formación profesional empieza a los 12 años.

[...]

Los efectos de una buena o mala política educativa no se perciben hasta que han pasado muchos años, de ahí la gran dificultad de analizar la relación entre la economía de un país y su sistema educativo. Pero si consideramos que son los individuos quienes, con su esfuerzo, trabajo, inteligencia y capacidad innovadora, pueden crear riqueza y hacer progresar la sociedad, no tendremos más remedio que admitir que la educación es un elemento clave para el desarrollo económico y social de las naciones.

Esa formación en la responsabilidad individual, en el trabajo, la disciplina personal y el esfuerzo sólo se conseguirá con una educación muy diferente a la que se imparte en nuestros colegios, institutos y universidades. Quizás haya llegado el momento de fijar la atención de los españoles en la educación y decirles: "Era la educación, estúpidos".


El problema es que existen colectivos que aseguran que los individuos que innovan y crean riquezas son "egoístas" y se les debe robar por ello para repartirlo al resto.
Hay mucha gente que piensa que cuanto más iguales son los miembros de una sociedad mejor (es decir, mejor para ellos que están en el poder vitaliciamente o sin hacer nada).
Hay mucha gente que realmente piensa que la educación pública no cuesta dinero, que si están años estudiando una carrera no pasa nada, o que las becas públicas sin necesidad de aprobar es un derecho fundamental de todo estudiante.
Y, sobre todo, el problema es que personas que han sido educadas en otros sistemas educativos y han tenido exito y han mejorado a la sociedad española, rechazan y critican el sistema que les educó e instan que los hijos de las personas normales sean educados en otro (pues sus hijos irán a colegios privados con clases en varios idiomas).

Respeto y Responsabilidad: valores básicos de la vida en sociedad

En este primer artículo quiero exponer la importancia que tiene para mí los valores del respeto y la responsabilidad individual para poder convivir en sociedad; y que la sociedad pueda sostenerse sin cargas ni trabas “inmorales”.

El eslogan de esta idea sería: Las dos “R” contra las dos “E”.
La Responsabilidad y el Respeto contra el Egoísmo y la Envidia.

Se podría decir que teniendo respeto, intrínsecamente, se actúa responsablemente, o que ser responsable lleva anexo ser respetuoso. Prefiero indicar que tanto el respeto como la responsabilidad forman una pareja de valores básicos.
Se puede ser responsable, asumir las consecuencias de tus actos, pero ser un irrespetuoso con los demás. Puedes cometer una falta (irrespetuoso) y aceptar las consecuencias de la acción, el castigo (responsable).
Al revés, también puede pasar, alguien que respeta pero no asume las consecuencias, es respetuoso pero irresponsable.

En oposición a estas dos esenciales ideas, podríamos situar al egoísmo y a la envidia. Como a los anteriores, podrían unirse en la idea de rechazar lo del prójimo por la “superioridad propia”. Creo que es pertinente indicar los dos “pecados capitales” por separado pero dependiente uno del otro. El egoista tiene envidía y el envidioso es egoísta. Quién siente envidia por un logro del vecino, no le ayudaría llegado el caso de que se lo solicitara. En la misma medida, quién es egoísta no quiere compartir lo suyo, se comparará con los demás y, por lo tanto, sentirá envidia si ve que tiene menos.

Deprimentemente, los españoles somos más lo segundo que lo primero. Siento decirlo porque soy español. Somos egoístas por naturaleza y envidiosos en la sociedad en la que vivimos. Sociedad que intenta incesantemente igualarnos, lo que provoca que si alguien consigue progresar, será objeto de bulos y rumores por su ascenso, y no recibirá menos trabas e impedimentos para mantener su logro. Y si, por cualquier razón, fracasa; será centro de todos los corrillos taberneros de chascarrillos maliciosos.

Este sentimiento social se deja ver en los logros de los deportistas españoles. A no pocos españoles les cae mal y critican las hazañas de Alonso o de Contador, de Nadal o de Gasol. Depreciamos lo patrio y nos sorprendemos con lo extranjero; visitamos tierras lejanas pero no conocemos lo nuestro, lo cercano. No voy a hacer una proclama comunitarista, pero si voy a predicar que esto es un ejemplo de lo que siente el español por su vecino.

A diferencia de este sentimiento generalista, lo sé y así lo expongo, siempre hay excepciones.

Es necesario tener respeto para poder vivir en sociedad, pues hay gustos, ideas, opiniones y deseos como personas viven. Si queremos una sociedad libre, con libertades, este deseo debe ser acompañado con la exigencia del respeto a todo lo que surja de esa libertad. Si no respetamos, o si rechazamos ideas o ideológias, imponemos unas sobre otras por la única razón que no es la mía por la vía de fuerza institucional, no estamos en una sociedad libre sino más bien en una dictadura. Esto no quiere decir que cualquier cosa deba ser aceptada, como podrán entender fácilmente (amenazas, alusiones al terrorismo...), pero no es aceptable que una parte de la sociedad impida a la otra pensar diferente.

Con respecto a la responsabilidad, no es posible que los ciudadanos dejen de lado responsabilidades individuales en favor del Estado y su comodidad; y luego se quejen de las consecuencias. No se puede dejar de lado la educación de los hijos "porqué para eso está la escuela" y, luego, quejarse de que los jóvenes no están preparados, son unos vándalos o no son responsables. No se puede educar en la abundancia y pretender que la vida es fácil, cuando hace solo 40 años, sus padres (los abuelos) tuvieron que emigrar para mejorar su nivel de vida.

La falta de estos valores en la vida social española está reflejado completamente en la vida política de España. Ninguno de nuestros gobernantes asume responsabilidades y se va a su casa con el honor de haber reconocido errores y haber pedido disculpas por un mal uso del bien común. Si realmente el respeto imperara en España, no se producirían hechos como los casos de corrupción pues los propios políticos lo tendrían como uno de los valores principales de su carrera política, y el resto de población se lo exigiría a sus representantes, pues estos últimos manejan dinero de los representados.
Así, si en la sociedad falta respeto y responsabilidad, los políticos serán irrespetuosos entre ellos y con el ciudadano, y no asumirán (ni siquiera pensarán) las consecuencias de sus actuaciones.

Esta crisis “mundial” afecta a España de manera específica por el mal hacer de los gobernantes españoles. Sí, hay que decirlo claro, tantos años de socialismo en todos los niveles, provocan un agujero difícil de tapar en las cuentas públicas. Y la solución irresponsable es subir impuestos y tasas públicas. Primero, derrochan dinero de los ciudadanos y, luego, son estos los que tienen que pagar ese derroche.

Por menos, en otros países, hubieran sacado por sí mismos al corrupto, al ladrón o al político insensato. Pero España es un país de fútbol y paro.