La libertad es tan difícil de conseguir como fácil de perder.

Dios nos dio la voluntad; la voluntad, la libertad, y ésta, el mercado.El mercado nos hizo libres, y el Estado nos llevó a la esclavitud.

Trabajador, si los políticos nada más ayudan a los empresarios, ¡HAZTE EMPRESARIO!

lunes, diciembre 06, 2010

Defensa Liberal de la Monarquía Parlamentaria

(Hoy día de la Constitución, celebró su publicación y reclamó su modificación para crear un nuevo marco para la Defensa de la Nación Española como Patria Única, Común e Indivisible de los españoles)
Si se fijan el primer escudo constitucional, el inicial, fue el mismo que el de España durante Régimen de Franco. Las banderas de España con ese escudo, en un principio, fueron tan CONSTITUCIONALES como las que llevan el escudo sin el Águila de San Juan (ni pre-, ni anti-, ni in-, plenamente constitucional).

4- DIC
Me reencontré hace una semana con un amigo de la infancia, vecino del bloque y amigo a fuerza de la amistad de nuestros padres. Amigo con mucho afecto por habernos criado juntos, casi esos primos que no he tenido día a día y que se ven de vez en cuando como si nada hubiera pasado. Nos hemos visto en los últimos años pocas veces, pues se marcharon del barrio donde vivo a las nuevas zonas residenciales de unifamiliares construidas en el boom urbanistico de las ciudades en los noventa.

Después de las preguntas de cortesía de cómo nos va la Universidad, la familia etc...tratamos un tema que muchas veces es tabú en las conversaciones de este tipo: la política.

Me preguntó si estudiaba Derecho para dedicarme a la política porque los políticos son unos mentirosos, como Rajoy o antes Aznar.
A lo que le respondí con un ¿y ZP?

Ante la titubeante respuesta supe ya de que pie pecaba, y no quise dejar pasar la oportunidad ante que nivel de firmeza en esa opinión que la reculante contestación me dejaba entreveer.

Salió el tema de la Monarquía y cómo el ataque que se hacia a esta figura era por el gasto que ocasionaba, tiré de presupuesto y le dije que lo establecía las Cortes con acuerdo de los partidos y era de unos 9 millones al años.

Como seguía en su postura de que era mucho dinero, lo comparé con el gasto de Moncloa (650 asesores a 50.000 euros anuales = 32,5 millones de euros) o con un hipotético presupuesto con un Jefe de Estado de una República.

Ante la insistencia de que era prescindible la figura del Rey, le dije que entonces también un Jefe de República, y cómo no quería aceptar esto, continué con que la figura de un Jefe de Estado permanente como es el caso de un Rey (sea quién sea) me da más confianza que uno cada x años.

Ante el aluvión de razones de las que he puesto aquí es sólo una muestra, empezó a intentar cortar el tema con un "de política no se debe hablar"...

Quiero responder continuando con esa sana conversación con una seria de ideas de porqué la Monarquía es mejor que una República para los españoles.

- La Constitución Española establece que "El Rey es el Jefe del Estado, símbolo de su unidad y permanencia, arbitra y modera el funcionamiento regular de las instituciones, asume la más alta representación del Estado Español en las relaciones internacionales, especialmente con las naciones de su comunidad histórica, y ejerce las funciones que le atribuyen expresamente la Constitución y las Leyes."

Me quedo con que es un símbolo de unidad, que es arbitro, moderador y representante de España.
Para poder ejercer bien estas funciones, el Jefe de Estado debe ser una persona que no este inclinada por ninguna ideología pues no podría ejercer con neutralidad la función de ser moderador o arbitro.
Por lo que si tal cargo lo obstentará una persona elegida por las urnas bajo unas siglas políticas, no cumpliría a la perfección un papel moderador ni aunque quisiera, pues iría o contra su propio partido o contra una real moderación o arbitraje.

Los españoles no podremos elegir a nuestro Jefe de Estado, pero viendo sus funciones y su nulo poder de actuaciones políticas se puede decir que no es necesario votar a una persona para que cada x años haga estas funciones de Jefe de Estado peor que lo haría alguien que se ha preparado para ello toda su vida.

¿Puede haber gente que lo haga igual o mejor que Don Juan Carlos?

Sí, por supuesto, no voy a declararme juancarlista porque no lo soy, pero eso no quita para que no nos valga Don Juan Carlos, ya que solamente por el hecho de que es una figura representantiva es necesario que el cargo este ocupado por la misma persona durante mucho tiempo.

Además, si nos ponemos estrictos con la "democracia" de elegir al Jefe de Estado, se tiene que hablar claramente que por si 9 millones quieres elegir al que los va a gastar; a mí, me gustaría elegir al que administra los miles de millones del Estado, al Presidente del Gobierno, y que no me lo impusieran "aparatos" ni Parlamentos...¿o eso no?

- Como una de las quejas más escuchadas es el coste que nos ocasiona la Monarquía, estuve buscando datos de otras Jefaturas de Estado, tanto de Repúblicas (Francia, Italia y Alemania) como de otras Monarquías (Reino Unido, Suecia, Holanda...)

Visto los datos, la Jefatura de Estado de España es de las más baratas de Europa con 9 millones de presupuesto fijado en los Presupuestos Generales del Estado sin contar el mantenimiento de edificios entre otros gastos.

En ABC desgranan el coste por habitante de Francia (1,72 euros por francés), Italia (3,8 euros), a "los noruegos les cuesta 5,8 euros, a los holandeses 2,4 euros, a los daneses 2,34, a los suecos 1,3, a los belgas 1,26 y a los británicos 75 céntimos." He calculado cuanto nos cuesta a los españoles un presupuesto total bastante aproximado de 20 millones entre 42 millones de habitantes y sale a 47 céntimos. ¿Sería más barato una República?

- Si el presupuesto de la Monarquía lo establecen las Cortes, es decir, los partidos políticos, se puede decir que se controla esos presupuestos, y que la Casa Real tiene limites y no puede pasarse de ellos. Si el presupuesto de una Jefatura de República lo establecen las Cortes, ¿qué partido político que gobierne no aceptaría la petición de aumentar el presupuesto de un Jefe de Estado de su propio partido?

No habría ningún control a los gastos, así podemos verlo en Francia (90 millones) o Italia (120 mill.), sin incluir todos los gastos, con presupuestos 10 veces más abultados que los de la Casa Real Española. Podriáis decirme que esos Presidentes realizan más funciones que las que realiza nuestro Rey, cierto, lo único que tenéis que hacer es mirar el presupuesto de Moncloa e imaginar que pasaría si tuvieramos dos ZPs en esos puestos...

¿Qué es mejor para los ciudadanos?

Vista la deriva del Estado, ¿qué es más liberal: Jefe de Estado con control o Jefe de Estado partidista?

miércoles, diciembre 01, 2010

Manifestaciones de estudiantes de Derecho en toda España contra la LEY DE ACCESO DE LA ABOGACÍA Y PROCURA.

A lo largo del día de hoy se han realizado manifestaciones en las Facultades de Derecho para protestar por la Ley de Acceso de la Abogacía y Procura.

Los estudiantes de la UCA nos hemos traslado a Sevilla junto a las Universidades de Sevilla y Pablo de Olavide para manifestarnos en la Plaza de España a las 12h.

En Valladolid se han reunido estudiantes de León, Salamanca y Valladolid, los de Murcía se han manifestado en la Delegación de Gobierno y los de Málaga en la Ciudad de Justicia. Además de estas ha habido concentraciones en Córdoba, Complutense, Carlos III, Vigo, entre otras.

Hemos tenido una buena cobertura pues nos han grabado las camaras de Canal Sur, fotográfiado varios periodicos y alguna radio.

Desde Jerez hemos llevado dos pancartas y bastantes panfletos.


sábado, noviembre 27, 2010

Hace cuatro años...

y un mes se cumplieron desde que este bloc virtual se creó, y por estas fechas se celebraban las elecciones al Parlamento de Cataluña.

Por aquellos tiempos, andaba por el colegio y comenzaba a escribir mis inquietudes al aire electrónico. Y a aquellas elecciones se presentaban un grupo de "locos" que se denominaban Ciudatans-Partido de la ciudadanía y que ponía la campaña electoral en otra sintonía.

Sólo con sus palabras hacía chirriar las demás voces partidistas; nos hacían volver a interesarnos por qué estaba pasando en la sociedad civil española en aquella región donde la casta política hacia más mella.

Veíamos como, por fín, un grupo de ciudadanos decían "aquí estamos nosotros, ciudadanos libres, para acabar con los años de opacidad y complicidad entre vosotros, partidos profesionales".

No quería dejar pasar este día de reflexión para volver a recordar a ese partido que durante estos cuatro años ha hecho resonar de nuevo palabras en castellano en una cámara de representación dónde hacía ya mucho tiempo se había dejado de pronunciar. No quería dejar pasar la oportunidad de recordar que Ciudadanos ha sido el comienzo, continuado por UPyD en las Vascongadas...y por otros grupos de españoles anónimos que no están de acuerdo con el silencio, la indiferencia y los intereses de un grupo de partidos políticos que sólo representan los interes de sus dirigentes.

No se excluye ni se critica a nadie que pertenece a esos partidos mayoritarios, pues sus actos y omisiones a lo largo de estos años hacen esa realidad que recuerdo. No hay que calificar lo que se califica solo. Son estos ciudadanos los que internamente deben exigir que dirigentes representantes políticos representen de verdad a los españoles y dejen de lado sus intereses personales que nada tienen que ver con la democracia ni con España.

martes, noviembre 02, 2010

Por fin el hombre malo, es malo: Rubalcaba

(27 de Octubre) Esta misma mañana, hace apenas una hora, veía la intervención del nuevo Vicepresidente del Gobierno de España en el Congreso de los Diputados y he podido comprobar la razón por la que ZP le ha dado todo el poder público (el protagonismo en los medios): es realmente bueno siendo así de malo.

No es por considerarlo como una persona "mala", sino como, estando en el gobierno, es el azote de la oposición, se maneja en el arte de la tergiversación y la nula respuesta política ante las preguntas dirigidas al Gobierno como un experto.

El nivel de la desfachatez se eleva a niveles celestiales, pero esta vez incluso con técnicas profesionales. Los años son un grado tanto en la jerarquía como en las destrezas políticas.

Rajoys y Sorayas tendrán que esforzarse para conseguir llegar a la calle de forma clara y con fuerza, y terminar de noquear a un gobierno debilitado por sí mismo,porque ahora parece que se ha recuperado en el descanso, con unos guantes con una retórica y un pasado que lo hacen convertirse en un contrincante de "pesos pesados".

(2 de noviembre)

Hay que recordar que Rubalcaba fue el mismo que concientemente acusaba al Gobierno de España dos días después del mayor atentado de la Historia de ocultar pruebas.

El mismo que proclamó "los españoles no se merecen un Gobierno que les mienta".

El mismo de los Gal y demás sinceridades al pueblo español; el del caso Faisán, el mismo de ocultar el acoso en Melilla y Ceuta por parte de Marruecos y de Gibraltar por las autoridades llanitas.

viernes, octubre 01, 2010

El sentido de "pluralidad democrática" en estado vivo

Hoy va la cosa de videos.

Insultos por escuchar esRadio en un bar de Sevilla:



Luego proclaman a los cuatro vientos la libertad de expresión, de prensa o información. Pero cuando no es su libertad pueden esgrimir argumentos como obligar a alguien a actuar en su propia casa (negocio) como no quiere actuar; además de algunos calificativos muy democráticos.

Luego los fascistas totalitarios son los contrarios. Libertad, esa es la palabra que quema, ¡LIBERTAD!

Asalto "laboral" a la tienda de Levi's

¡Viva la Huelga!

¿Por qué Levi´s? ¿Es la marca favorita de estos "trabajadores (energúmenos)?



Vídeo de Youtube, publicado en LD

Sin palabras me he quedado viendo el video.

sábado, septiembre 11, 2010

Desigualdad y discriminación por la igualdad de nadie: "¡Cuánto daño ha hecho el socialismo!"

Tenía pensado escribir un artículo sobre otra forma de Universidad (Pública); pero un acontecimiento sorprendente y desilusionante para mí hace que lo publique antes.

Os cuento lo que me ha pasado esta semana.

Volví de Londres, donde he pasado dos estupendos meses de verano con temperatura agradable y tiempo cambiante, típico londinense, para repetir un examen para subir nota. Antes de volver, le envié un correo a la profesora para preguntarle si podría presentarme, a lo que me contestó, muy agradecida por el interés mostrado por su asignatura y por mi expediente académico, que por lo ella me dejaba pero que tenía que consultarlo.
Dos días antes del examen, me personé en su despacho para confirmarlo y comentar las condiciones a las que me sometía. En un principio, reafirmó lo que me había respondido en el correo e incluso me puso facilidades para realizar un examen oral en otra fecha, pero...iba a preguntarle a una compañera.
Fue a preguntarle, y cuando salió me dijo que no podía dejarme subir nota porque sería un trato de favor hacia mí, pues no se puede tratar desigual a los que son iguales y como el resto de alumnos que habían aprobado no habían sido informados de la posibilidad de presentarse a subir nota, no podía dejarme a mí... que si algún alumno se quejaba podían meterla en un lío...

Ver para creer.

Había ido con un compañero que también quería preguntarle sobre el examen, e intercedió por mí diciendo que si yo renunciaba a la nota de Junio, podría presentarme en Septiembre... Ni aún así, que no, tampoco por esa vía, no podía renunciar a mi nota de Junio por "igualdad" con el resto de compañeros. Porque podría haber algún interesado en subir nota, pero que no se había puesto en contacto con ella ni para preguntar ni para mostrarle interés, pero podría quejarse luego (resulta que he sido el primer alumno con intención de subir nota en los años que lleva dando clase).

Así, que todos los alumnos seamos iguales (pues todos tenemos manos, ojos y un ordenador) para enviarle un correo a la profesora para preguntar, que todos los alumnos podamos tener las mismas ganas de tener mejores calificaciones, que cualquiera le pueda haber demostrado interés en subir nota, que todos hemos tenido dos meses de verano, todo eso esta por debajo, es pisoteado, por que todos seamos "iguales en el derecho a que la profesora nos informe de que podemos subir nota".

Ante eso, podría haber contestado que si no llega a ser porque le pregunte, ella no nos da esa posibilidad y que le pregunte el día 2 de septiembre, por lo que habría tenido tiempo suficiente para "informar" al resto de alumnos. Lo que ocurre es que no había caído en esa (sin) razón socialista-igualitaria y se había dejado llevar por mi libre-interés personal (individual) de mejor mi calificación en su asignatura sin pensar en el resto de alumnos.

El resultado de todo esto es que mi interés por su asignatura, por mi expediente, mi voluntad y mi iniciativa para subir nota, la libertad de todos los alumnos e igualdad real y el derecho a poder evaluarme de nuevo fue ninguneado por el derecho de otro alumno (ficticio) a ser informado de un derecho a subir nota que no tiene intenciones de ejercer.

El tratar con igualdad a nadie ha causado que se me trate con discriminación y desigualdad a mí.

Cuando giramos y salimos del pasillo de despachos, completamente decepcionado por lo ocurrido, lo único que pude decirle a mi compañero fue: "¡cuánto daño ha hecho el socialismo! ¡Cuánto daño!"

No me respondió nada.

¿Dónde quedó la Universidad del mérito y la excelencia, la catedral del conocimiento?

miércoles, septiembre 01, 2010

Comunismo al descubierto: ¿por qué no soy comunista, ni socialista, ni nacionalsocialista ni fascista? Porque son los mismo

He recibido una crítica y varias felicitaciones por mi anterior artículo en el cual relaciono la perduración del sentimiento falangista con el socialismo español, pues ambas ideologías beben de las mismas fuentes y se presentan contrapuestas, enemigas, pero no por ello diferentes.

Como la crítica que he recibido no me ha planteado ninguna razón sólida para rebatirme lo que expongo, quiero seguir en la misma línea y dedicar este artículo para mostrar que no soy solo yo el que piensa que comunismo-nacionalsocialismo son ideológicamente y en la práctica iguales. Y aún más, que el fascismo-nazismo bebe del socialismo-comunismo con otra fachada.

Así, los términos derecha o izquierda quedan muy débiles pues si para la opinión pública (no es muy fiable pero es generalista) la extrema derecha (nazis) son los mismos que la izquierda (socialista-comunistas), ¿donde estamos los liberales y demás no-totalitarios?

Espero que les dé gráficamente por fin razones para repudiar al socialismo y al comunismo, pues como verán en este documental, existen motivos para pensar que aquel que llame facha o nazi a alguien está arrojando todo el desprestigio, que esas palabras contienen, a si mismo (o quizás os están comparando con ellos).








sábado, agosto 21, 2010

¡Anda Lucía, levántate y pide tierra y libertad!

Así reza una frase del himno andaluz (Andaluces, levantaos, pedid tierra y libertad, sea por Andalucia libre, España y la Humanidad).

Andalucía es la Región española con mayor número de habitantes, la segunda más extensa y una de las más pobres. Y con un gobierno socialista que pronto cumplirá 30 años.

Durante los 60 y 70, muchos andaluces emigraron a las nuevas zonas industriales de España: Barcelona, Bilbao y Madrid. Andalucía era destinada, como Extremadura, a ser la bodega del resto de la nación con decenas de pueblos de colonización para dotar de mano de obra y modernización a la agricultura nacional.

Las medidas del régimen de Franco, eminentemente sociales-socialistas, fueron bien recibidas por los beneficiarios (daba un terreno y un hogar con todo los aparejos de trabajo a las familias más pobres de los pueblos de los alrededores del pueblo de colonización). Tan bien fueron recibida que precisamente son estas zonas rurales las que siguen votando a partidos de corte socialista, aunque esos pueblos estén más poblados por propietarios de fincas (aunque sean pequeñas) que por jornaleros.

Así, si nos paramos a ver los resultados de las elecciones de hace años, podemos observar cómo las zonas que fueron objetivo de las medidas franquistas (a mayores niveles) han evolucionado muy poco su voto a lo largo de la etapa democrática:las zonas rurales han votado a los socialistas (Extremadura, Andalucia, Castillas, Aragón…) salvo las regiones del Levante (luego explicaré porqué) y las zonas industriales (País Vasco y Cataluña) han seguido eligiendo la tendencia nacionalista para poder conservar lo conseguido, por miedo a perder su estatus, del resto de regiones.

Tantos unos como otros han votado para conservar las prevendas y los roles que Franco les concedió: los trabajadores del campo quieren medidas sociales que les permitan vivir eternamente en sus pueblos y en sus campos; y los trabajadores de las industrias aceptan el mito nacionalista para poder mantener sus puestos de trabajo y su buena vida sacándole recursos a la hucha común de España.

***

¿Qué ocurre con el Levante?
¿Por qué una zona rural como Murcia puede votar un 60% al Partido Popular?

Como en todo hay muchos factores y sería necesario hacer una análisis más detallado para poder acertar plenamente.

Me voy a aventurar y dar lo que para mí es la razón central: parte de la justificación del sentido del voto es que en esas zonas los campesinos (citricos y hortalizas en su mayoría) son concientes de la propiedad de sus tierras y lo que significa vivir de tus propiedades. Se han dado cuenta de cómo funciona la economía (y la política), y al ser propietarios de tierras y pequeñas empresas, prefieren tener el dinero en su bolsillo que estar dependiendo de las ayudas del Estado. Otros factores pueden ser la proximidad del mar y la expansión económica experimentada gracias al turismo, que permita que se tenga mayores posibilidades para su futuro.

***

Si nos basamos en los pilares de ideología falangista, en la política llevada a cabo en la etapa franquista y los resultados de las elecciones en la etapa democrática, podemos decir que el sentimiento socialista en España viene directamente del franquismo; el socialismo es el verdadero sucesor de esas ideas, ya que la dictadura de Franco fue, en gran parte, un régimen socialista. Es contradictorio que sean, precisamente, los socialistas los que intenten insultar a los del PP llamándolos sucesores del franquismo cuando son ellos los que abogan, prácticamente, por lo mismo que la ideología franquista hizo (por lo menos, en las primeras etapas). A menos que consideren al PP socialista (democracia-cristiana) y se olviden del corte liberal que las bases del Partido Popular promueven.

Espero que no intenten alterar el significado de los términos de forma malintencionada. Franco ha sido el mayor "socialista" que ha estado en el poder (llamándose de forma diferente), aunque luego comprendiera que no se podía desarrollar económicamente con autarquía, sino con mercados más libres.

Fue socialista porque llevo a cabo medidas estatales fuertes, organizó la economía a través de instituciones económicas estatales, creó empresas monopolísticas estatales y potenció el poder del Estado como centro de la vida social de la nación, de forma que España se convirtió en un Estado social.

El destino de los andaluces está en sus manos en las próximas elecciones: es posible un cambio de partido gobernante. Aunque el cambio de Gobierno no vaya a significar radicalmente un cambio en el sentimiento social andaluz puede ser el primer paso para que Andalucia deje el siglo XIX y se enfrente con el futuro en el XXI.

Los andaluces tienen que dejar de depender de la casta política socialista y de sus eternas promesas jamás cumplidas.
Los andaluces necesitan levantarse y pedir la propiedad de sus tierras, de sus vidas y de su futuro.
Los andaluces necesitan LIBERTAD.

lunes, agosto 09, 2010

Sobre porqué la propiedad privada ha permitido que no desaparezcan los toros de lidia.

La conservación de la naturaleza es uno de los casos donde el liberalismo y la propiedad privada funcionan aunque no se ha sabido vender este arrollador éxito. Gracias a la propiedad privada, al cuidado personal e interesado de los propietarios, se han conservado flora y fauna, que en otra situación hubiera desaparecido.

En España, tenemos el más claro ejemplo con el ganado bravo, especie única en España, en oposición a otros animales salvajes como lobos, osos o linces. Durante la Edad Media, era normal que los señores salieran a cazar y a lancear toros. Poco a poco, el arte de lancear toros se fue perfeccionando y generalizando, consiguiendo mantener manadas de toros en zonas estratégicamente seleccionadas y extraer de ellas a las reses que iban a ser lanceadas.
Durante el siglo XVIII, se establecen las primeras ganaderías de reses bravas gracias al auge de las fiestas y al establecimiento de la estructura de las corridas de toros.

Así, serán personas privadas las que comenzarán a criar toros de lidia, animales salvajes en fincas particulares. Así, dándole una finalidad comercial a la especie y pudiendo ser respetada la propiedad de los animales, comenzó la crianza del toro de lidia.

A los toros de lidia se les respetó su hábitat natural, la dehesa, y se potenció, a su vez, el ecosistema propio del campo español con espacios extensos de encinas y alcornoques. Con los toros, convivían todo tipo de animales, y miles de hectáreas se conservaron tal y cómo eran y no se transformaron para dedicarlas a la agricultura.

Por su finalidad de servir en las corridas de toros, gracias a su natural bravura, el toro bravo ha podido conservarse y vivir tantos años creciendo en número de ejemplares, cuando otros animales salvajes se han visto abocados a su casi desaparición. Así, animales salvajes como el lobo, el oso o el lince, sin finalidad ni interés privado, fueron matados en la mayor parte de España y recluidos en parques naturales donde viven un mínimo número de ejemplares.

El problema surge cuando, en la actualidad, el sentimiento ecologista de ciudad observa como el toro muere en la plaza por una estocada; y prefiere que el animal ni siquiera hubiera vivido con tal de no tener que morir así.

Entonces, la razón por la que vive el toro, la lidia en la plaza, se transforma en la causa de su extinción, ya que si los toros no pueden ser toreados, nadie criaría toros de lidia, por lo que ni toros ni vacas bravas podrían vivir. Las dehesas serían destinadas a la labranza y se perdería el ecosistema natural, y las especies que viven allí, ya que es imposible mantener manadas de toros bravos sueltos por España por el peligro que supondría para las personas.

Piensan algunos que se podrían mantener ejemplares en parques naturales pagado por el Estado. Dicho esto, no tengo más remedio que preguntar: ¿prefieren estos “defensores de la vida de los toros” que sólo vivan 100 o 200 animales en lugar las decenas de miles que viven en la actualidad?
¿Quién defiende más el derecho a la vida de los toros y las vacas que los que potencian su crianza por parte de ganaderos a su bien y riesgo en las fincas españolas, francesas, portuguesas, mexicanas, colombianas, peruanas, venezolanas y ecuatorianas?

Así, podríamos decir que gracias a las corridas de toros y a su libre mercado (ganaderos, toreros, aficionados, empresarios) miles de animales salvajes viven en pleno siglo XXI en mitad de países industrializados sin temor a desaparecer.

Otro ejemplo donde vemos que la propiedad privada es una solución factible para las especies en peligro de extinción es el caso de los elefantes en Zimbawe. En este país, los nativos son propietarios de las manadas de elefantes, protegiéndolos celosamente de que sean cazados ilegalmente, y obteniendo recursos a través de la caza legal y organizada.

En cambio, otras especies de animales sin finalidad económica y sin ser propiedad de nadie desaparecen sin que se pueda hacer nada, a diferencia de los casos de los toros bravos o los elefantes africanos.

jueves, agosto 05, 2010

Comentario al artículo "Era la educación, estúpidos" de Alicia Delibes en LibertadDigital

Tengo previsto publicar un artículo sobre educación, pero será más adelante, pues después de leer elartículo que enlazo más abajo no tengo razones para escribir el mío, por ahora. En este artículo, la autora expone los sistemas educativos en Gran Bretaña durante el siglo XX y como la filosofía pedagógica imperante (la igualitaria-socialista) ha entrado necesariamente en cuarentena con esta crisis como tantas máximas progres.

Le dedicó esta referencia a tantos maestros que han visto cómo sus sueños de enseñar fueron destruidos por lo pedagógicamente correcto de la LOGSE y demás consignas "modernas"; como han visto que el nivel de la educación en España ha descendido irremediablemente por culpa de unas autoridades más preocupadas en mantener la sopa boba para bobos que en mejorar y hacer una sociedad mejor.

Era la educación, estúpidos

Alicia Delibes

[...]
Desde los años veinte, con el argumento de que sólo con una educación igual para todos se podía aspirar a una sociedad más igualitaria, los socialistas europeos habían defendido un modelo unificado de escuela desde la primaria a la universidad.
[...]
La selección, la competencia, el reconocimiento del mérito escolar, la disciplina y el esfuerzo eran expresiones asociadas a un elitismo académico que se consideraba perjudicial para la educación de los futuros ciudadanos de una sociedad democrática.
[...]
Esa filosofía igualitaria no sólo inspiró la educación británica sino también la de una gran parte de Europa occidental. La extensión de la edad obligatoria de escolarización se fue haciendo sobre la base de una misma formación para todos. La selección de los mejores estaba reñida con el principio democrático de escuela. Esta idea, que era puramente socialista, caló profundamente en la sociedad y sólo un político suicida podía ser capaz de cuestionarla.

Alemania, y algunos países de su entorno cultural como, por ejemplo, Luxemburgo, han sido los únicos en mantener un sistema tripartito similar al de la Ley Butler del 44. Resulta curioso observar cómo, desde que la crisis económica se ha apoderado de Europa, políticos, incluso de izquierdas, empiezan a sentir cierta curiosidad por ese modelo educativo germánico que hasta ahora había sido el símbolo de la más pura incorrección pedagógica y política. Suele alabarse la eficacia de la formación profesional alemana, pero eso sí, tratando de ignorar el hecho de que para algunos niños esa formación profesional empieza a los 12 años.

[...]

Los efectos de una buena o mala política educativa no se perciben hasta que han pasado muchos años, de ahí la gran dificultad de analizar la relación entre la economía de un país y su sistema educativo. Pero si consideramos que son los individuos quienes, con su esfuerzo, trabajo, inteligencia y capacidad innovadora, pueden crear riqueza y hacer progresar la sociedad, no tendremos más remedio que admitir que la educación es un elemento clave para el desarrollo económico y social de las naciones.

Esa formación en la responsabilidad individual, en el trabajo, la disciplina personal y el esfuerzo sólo se conseguirá con una educación muy diferente a la que se imparte en nuestros colegios, institutos y universidades. Quizás haya llegado el momento de fijar la atención de los españoles en la educación y decirles: "Era la educación, estúpidos".


El problema es que existen colectivos que aseguran que los individuos que innovan y crean riquezas son "egoístas" y se les debe robar por ello para repartirlo al resto.
Hay mucha gente que piensa que cuanto más iguales son los miembros de una sociedad mejor (es decir, mejor para ellos que están en el poder vitaliciamente o sin hacer nada).
Hay mucha gente que realmente piensa que la educación pública no cuesta dinero, que si están años estudiando una carrera no pasa nada, o que las becas públicas sin necesidad de aprobar es un derecho fundamental de todo estudiante.
Y, sobre todo, el problema es que personas que han sido educadas en otros sistemas educativos y han tenido exito y han mejorado a la sociedad española, rechazan y critican el sistema que les educó e instan que los hijos de las personas normales sean educados en otro (pues sus hijos irán a colegios privados con clases en varios idiomas).

Respeto y Responsabilidad: valores básicos de la vida en sociedad

En este primer artículo quiero exponer la importancia que tiene para mí los valores del respeto y la responsabilidad individual para poder convivir en sociedad; y que la sociedad pueda sostenerse sin cargas ni trabas “inmorales”.

El eslogan de esta idea sería: Las dos “R” contra las dos “E”.
La Responsabilidad y el Respeto contra el Egoísmo y la Envidia.

Se podría decir que teniendo respeto, intrínsecamente, se actúa responsablemente, o que ser responsable lleva anexo ser respetuoso. Prefiero indicar que tanto el respeto como la responsabilidad forman una pareja de valores básicos.
Se puede ser responsable, asumir las consecuencias de tus actos, pero ser un irrespetuoso con los demás. Puedes cometer una falta (irrespetuoso) y aceptar las consecuencias de la acción, el castigo (responsable).
Al revés, también puede pasar, alguien que respeta pero no asume las consecuencias, es respetuoso pero irresponsable.

En oposición a estas dos esenciales ideas, podríamos situar al egoísmo y a la envidia. Como a los anteriores, podrían unirse en la idea de rechazar lo del prójimo por la “superioridad propia”. Creo que es pertinente indicar los dos “pecados capitales” por separado pero dependiente uno del otro. El egoista tiene envidía y el envidioso es egoísta. Quién siente envidia por un logro del vecino, no le ayudaría llegado el caso de que se lo solicitara. En la misma medida, quién es egoísta no quiere compartir lo suyo, se comparará con los demás y, por lo tanto, sentirá envidia si ve que tiene menos.

Deprimentemente, los españoles somos más lo segundo que lo primero. Siento decirlo porque soy español. Somos egoístas por naturaleza y envidiosos en la sociedad en la que vivimos. Sociedad que intenta incesantemente igualarnos, lo que provoca que si alguien consigue progresar, será objeto de bulos y rumores por su ascenso, y no recibirá menos trabas e impedimentos para mantener su logro. Y si, por cualquier razón, fracasa; será centro de todos los corrillos taberneros de chascarrillos maliciosos.

Este sentimiento social se deja ver en los logros de los deportistas españoles. A no pocos españoles les cae mal y critican las hazañas de Alonso o de Contador, de Nadal o de Gasol. Depreciamos lo patrio y nos sorprendemos con lo extranjero; visitamos tierras lejanas pero no conocemos lo nuestro, lo cercano. No voy a hacer una proclama comunitarista, pero si voy a predicar que esto es un ejemplo de lo que siente el español por su vecino.

A diferencia de este sentimiento generalista, lo sé y así lo expongo, siempre hay excepciones.

Es necesario tener respeto para poder vivir en sociedad, pues hay gustos, ideas, opiniones y deseos como personas viven. Si queremos una sociedad libre, con libertades, este deseo debe ser acompañado con la exigencia del respeto a todo lo que surja de esa libertad. Si no respetamos, o si rechazamos ideas o ideológias, imponemos unas sobre otras por la única razón que no es la mía por la vía de fuerza institucional, no estamos en una sociedad libre sino más bien en una dictadura. Esto no quiere decir que cualquier cosa deba ser aceptada, como podrán entender fácilmente (amenazas, alusiones al terrorismo...), pero no es aceptable que una parte de la sociedad impida a la otra pensar diferente.

Con respecto a la responsabilidad, no es posible que los ciudadanos dejen de lado responsabilidades individuales en favor del Estado y su comodidad; y luego se quejen de las consecuencias. No se puede dejar de lado la educación de los hijos "porqué para eso está la escuela" y, luego, quejarse de que los jóvenes no están preparados, son unos vándalos o no son responsables. No se puede educar en la abundancia y pretender que la vida es fácil, cuando hace solo 40 años, sus padres (los abuelos) tuvieron que emigrar para mejorar su nivel de vida.

La falta de estos valores en la vida social española está reflejado completamente en la vida política de España. Ninguno de nuestros gobernantes asume responsabilidades y se va a su casa con el honor de haber reconocido errores y haber pedido disculpas por un mal uso del bien común. Si realmente el respeto imperara en España, no se producirían hechos como los casos de corrupción pues los propios políticos lo tendrían como uno de los valores principales de su carrera política, y el resto de población se lo exigiría a sus representantes, pues estos últimos manejan dinero de los representados.
Así, si en la sociedad falta respeto y responsabilidad, los políticos serán irrespetuosos entre ellos y con el ciudadano, y no asumirán (ni siquiera pensarán) las consecuencias de sus actuaciones.

Esta crisis “mundial” afecta a España de manera específica por el mal hacer de los gobernantes españoles. Sí, hay que decirlo claro, tantos años de socialismo en todos los niveles, provocan un agujero difícil de tapar en las cuentas públicas. Y la solución irresponsable es subir impuestos y tasas públicas. Primero, derrochan dinero de los ciudadanos y, luego, son estos los que tienen que pagar ese derroche.

Por menos, en otros países, hubieran sacado por sí mismos al corrupto, al ladrón o al político insensato. Pero España es un país de fútbol y paro.

jueves, julio 29, 2010

Prohibido ser taurino: prohibido ser libre

Ya ha ocurrido.

Los políticos catalanes han prohibido, han limitado la libertad de sus conciudadanos, han secuestrado el arte de los toros en el territorio llamado Cataluña. Pero, ¿qué han prohibido exactamente?

¿Han prohibido que se maten a los toros? ¿Se va a prohibir que se maten en público? ¿Han prohibido que se publiciten las corridas de toros? ¿Han prohibido que sufran los toros? ¿Han prohibido que sufra ningún animal o sólo los toros? ¿QUÉ HAN PROHIBIDO?

¿Van a prohibir que mueran los cerdos de dónde se saca el fuet? ¿O el jamón que acompaña el pan con tomate? ¿Van a prohibir que los burros catalanes trabajen más de un número de horas? ¿Van a prohibir que se encierren a las gallinas de raza del Prat para que den huevos continuamente? ¿Van a prohibir que los animales estén en zoo? ¿Van a prohibir que se puedan matar a los mosquitos? ¿O a las cucarachas? ¿Tienen estos animales menos derechos que los toros?
¿QUÉ LES MOLESTA?
¿Qué son más grandes? ¿Qué son más bonitos? ¿Qué tienen cuernos? ¿Qué son CRIADOS EN EL RESTO DE ESPAÑA?

El ir a trabajar todos los días también hace sufrir a las personas, señores diputados. Pagar impuestos también es un sufrimiento para muchos. Y ustedes no hacen nada para remediar sufrimiento humano. Pero, claro, eso a ustedes no les importa.

A ustedes les importa que vuestros votantes catalanes estén satisfechos con conseguir que se identifique a Cataluña con algo distinto a España. Les encanta poder decir que los toros ya no representan a Cataluña, pero no porque Barcelona hubiera tenido tres plazas de toros y ahora tiene una nada más, SINO PORQUE USTEDES LOS HAN PROHIBIDO en su territorio.

¿Qué es lo que realmente pretenden?

Pretenden que los niños no vean morir toros en la plaza. Ustedes, quieren prohibir que los padres decidan llevar a sus hijos a ver esta tradición centenaria venerada por intelectuales y artistas. Ustedes, quieren supeditar la libertad de sus representados a vuestra ridícula ansia de separatismo cultural.
Cuando Francia y Portugal se enorgullecen de su tauromaquia, ustedes, politiquillos de provincias, que no conocen ni quieren conocer este ARTE, lo prohíben.

Pues les digo una cosa, la tauromaquia morirá por si sola, pero no porque ustedes lo prohíban. No podrán impedir que un padre barcelonés, vaya a Nimes a ver toros, o a Zaragoza. Y más aún, no podrán prohibir que cien personas vayan a una finca y vean torear A UN TORERO, y que PAGUEN POR ELLO: a cien, a doscientos o a miles.

Habrán prohibido las corridas en público en la plaza Monumental de Barcelona, pero no podrán prohibir que se dejen de morir; morir es vivir para los toros, quieran o no, o no lo entiendan, mejor dicho. Ustedes no entienden nada, y se las dan de sabedores de la verdad, además de ignorantes, están orgullosos de serlo, y actúan como tales. No entienden qué significa vivir para morir. No significa la bravura de un toro, no entienden qué es “crecerse en el caballo”. No se han parado a pensar qué piensa un toro que vuelve a entrar al picador sabiendo que ahí van a “sufrir”, pero eso le da igual, es la lucha por la vida, por su vida. Pero no lo entienden.

Tampoco les pido que lo entiendan, pero sí, que como legisladores que son, legislen a favor de la libertad de las personas a criar toros bravos, a montar festejos taurinos, a torear y matar noblemente a los toros, a asistir al ritual artístico de las corridas y a trasmitir esa pasión a sus descendientes.

¡VIVAN LOS TOROS!¡VIVAN LOS TOREROS!

domingo, julio 25, 2010

Verano, Londres y a escribir

Me encuentro en Londres pasando el verano para aprender el idioma de Shakespeare, y para conocer Inglaterra y su cultura. Londres, como sabrán muchos, es una de las capitales del mundo, y por lo tanto, cosmopolita, multicultural y, quizás, poco inglesa.

En Londres se puede encontrar nacionales de casi todos los países del mundo, restaurantes con comidas nunca imaginadas e indumentarias de lo más diversas. No he podido resistir a establecer puntos comparativos con España, y por eso, en estos días de vacaciones, a raíz de esas comparaciones, puedo reflexionar sobre la sociedad.

Voy a publicar algunos artículos sobre sociedad y educación, tratando la falta de valores en ella, la educación española, comportamientos sociales, libertad social, multiculturalismo en una misma ciudad y su respeto; y como se refleja esa realidad en los comportamientos de los políticos.

jueves, julio 15, 2010

PAN(isol): Subvenciones y competencia. La Junta de Andalucia rompe el mercado del pan en Cádiz

En la reciente reunión liberal de Londres, aporté el caso de las panaderias Panisol de la provincia de Cádiz y cómo la subvención pública ha producido un cuasi-monopolio en el mercado del pan y el cierre de establecimientos tradicionales.

Panisol es una empresa que se dedica a la fabricación y comercialización de productos de reposteria y pan. Ha abierto varias tiendas por Jerez y toda la provincia de Cádiz.

Hasta aquí bien, pero lo que no es tan común es que ha recibido 1.000.000 de euros en subvenciones de parte de la Junta de Andalucía por la reinserción de expresidiarios para trabajar en la empresa.
El resultado de esta "ayudita" autonómica es una oferta de 2 barras de pan, 1 bollo y 1 bolsa de picos por 1€; y una expansión meteórica que ni Mcdonal's soñaría por toda la provincia.

Las panaderias tradicionales ven como, de repente, pierden clientes y negocio por culpa de una empresa que tiene favores políticos del Estado. Porque hay que dejarlo claro, esto no es libre mercado, es una COMPETENCIA DESLEAL PROVOCADA POR LA JUNTA DE ANDALUCÍA. (¡Ay! Si no hubiera Autonomías)

No estoy en contra de que una empresa que por su propia organización y tecnología consiga unos precios más competitivos que sus rivales desbanque a estos en igualdad de condiciones (inversión a través de financiación privada), pero que lo consiga porque todos los españoles (incluidos los panaderos que han cerrado o van a tener que cerrar) le hemos dado dinero como subvención es un intervencionismo intolerable del Estado (políticos) en la sociedad.

Si de una inversión de 3 millones, un millón lo consigue por subvención del sector público, cualquiera podría montar 30 panaderías y fabricar a bajísimo coste; pero no todos pueden acceder a "esas subvenciones".
Y los afectados piden ahora que la Junta investigue si han utilizado la subvención para el objetivo que tenía.
¿De verdad creen que van a investigar algo?

El proceso de las subvenciones, es decir, de la cesión de dinero público (de todos) a personas privadas (particular), es muy peculiar. El Estado (gobierno central o autonómicos) concede la subvención, nadie puede impugnarla, y después, es cuando se le pide al Estado que revise la concesión.

¿A quién le dan subvenciones? ¿Qué requisitos existen? ¿Se le da la publicidad suficiente para que cualquiera pueda conseguir una? ¿Es necesario conceder financiación pública gratuíta? ¿Es justo? ¿Y las otras panaderías? ¿Y los otros miles de empresarios que trabajan todos los días para sacar sus negocios adelante?

Y ahora nos encontramos en la controversia típica tras una intervención estatal en el mercado. Los ciudadanos-clientes están muy contentos pues pueden comprar muy barato (pero no se dan cuenta que lo han pagado antes), los panaderos han tenido que cerrar sus panaderías porque no pueden seguir soportando la bajada de precios. Los "sociales" deben estar excitados por subvencionar y como sus ayudas desequilibran el libremercado "depredador"; y los liberales no podemos estar más que asqueados por el grave perjuicio para la sociedad que provoca actuaciones como esta subvención DEPREDADORA DE EMPLEO. Es a la vez gracioso y triste que una subvención por contratar gente salida de la cárcel provoca que otras muchas se queden sin empleo, pero es peor todavía que la sociedad no se haya dado cuenta del grave error "socialista".

¿Pero no se dan cuenta que por cada trabajador que emplea Panisol se pierden 3 o 4 puestos de trabajo por lo menos? ¿Están ciegos o creen que la gente es tonta? ¿las dos cosas?

No entiendo, ni creo que entenderé nunca, gracias a Dios, la concesión de una subvención de este tipo. Y más cuando lo más probable es que vaya a provocar un monopolio en el pan en Jerez y alrededores. (¿nos acercamos a la sociedad socialista soñada por nuestros políticos andaluces consiguiendo un monopolio estatal?)

Quiero preguntarles a los afectados, a esos decenas de panaderos que pierden SU DINERO TODOS LOS DÍAS, si se dan cuenta de lo que significa un mercado intervenido y si estaís conformes con tantos otros sectores intervenidos más directamente: educación, sanidad, vivienda...que el mercado del pan. Y si es así, les pido que apliquen su situación a los otros sectores intervenidos por el Estado.

Paro, corrupción, malversación de dinero público...INJUSTICIA

miércoles, mayo 26, 2010

Respondiendo a Julio Anguita: de los señores mercados y el plusvalor-trabajador

Un amigo me envía este vídeo con una palabra: Anacocapitalismo.

¿CLASES DE CONOCIMIENTO ECONÓMICO O VOLUNTAD DE ENGAÑAR?

Intervenciones de Julio Anguita en 59 Segundos



Respuestas a Julio Anguita:

- La primera pregunta retórica de Julio Anguita es "¿quién elige a los mercados? Esto lesiona el principio democrático. Los políticos deben acostumbrarse a obedecer a los mercados."

Los mercados no se eligen no es una organización, no es un club elitista, porque están compuestos por todos los ciudadanos libres. Es el "ente" más democrático y perfecto existente en toda la Historia. Cuando digo que todos formamos parte de él es cierto, Anguita, tú formas parte del mercado aunque no te guste, todos somos a la vez oferta y demanda: empresas, autónomos, trabajadores, pensionistas, niños, jóvenes, y hasta los políticos forman parte del mercado cuando eligen vivir en La Moraleja y no en Leganés.

-La segunda cuestión para sostener la primera es que a "los dirigentes los elegimos nosotros, pero quién elige a los bancos, a las agencias de rating, a los fondos de inversión..."

Lo primero es qué YO NO ELIJO A ZP O A RAJOY, por lo que ese principio democrático no se respeta en la política. Partiendo de esto, en el mercado LAS PERSONAS SI ELIGEN TODOS LOS DÍAS: eligen con que banco trabajan, eligen si meten su dinero en algún fondo o lo invierten en Bolsa directamente, en depósito a plazo fijo, variable, mixto... la pregunta que habría que hacerle a Anguita es que diga claramente que no quiere que existan bancos ni fondos de inversión y que, por lo tanto, no quiere que la gente elija qué hacer con su dinero. Es esto lo que realmente les duele, que la gente gestione su dinero a su coste y riesgo.

- Tercero, Julio Anguita dice que está en riesgo el sistema democrático porque los políticos elegidos se "dejan manipular" por los que no son elegidos, tomando estos últimos (entendemos que son la Alta Banca, Multinacionales, etc...) las decisiones por y contra los ciudadanos ("nosotros"), y siendo estas acatadas por los Gobiernos, planteando el primer problema que existe.

Voy a estar de acuerdo con Anguita en un punto, está muy mal que los políticos acepten decisiones de los bancos siendo estas contraproducentes para los ciudadanos. Esta es la lacra que padecemos por vivir en Estados tan socializados, donde politicuchos toman decisiones condicionadas por interés particulares en contra de sus conciudadanos. Esto se soluciona si los políticos tuvieran menos poder, y fueran los propios ciudadanos los que tomaran cada uno bajo su responsabilidad con que banco, fondo o empresa tener relaciones mercantiles. ESTO SERÍA LO DEMOCRÁTICO. El sistema democrático esta en peligro desde el momento que los ciudadanos no eligen a sus representantes, desde el momento en que los partidos políticos son estructuras cerradas donde los "aparatos" mandan. Estos aparatos si que son los que nunca han ido a las urnas ni interna ni externamente; este es el puñal clavado por donde se desangra la democracia occidental.

- Lo cuarto de lo que se queja es que los recortes de ZP han afectado a los funcionarios, las pensiones y al gasto público que crea empleo; y no ha ido, en cambio, a por las SICAV y empresas. Critica que desde la UE ha apoyado estas medidas porque son presionados por "los mercados" y continua su férreo ataque contra los "mercados": "hasta que a los mercados no se les pongan firmes y se le diga que el poder demócratico está por encima...mandarán los bancos, las empresas de colocación, los inversores...que sí,que son los que prestan." Por esto la Unión Europea no está cumpliendo con sus objetivos integrados como una Unión Europea Unida.

Este punto es muy ilustrativo. Primero, ya deja claro que para él los mercados son los bancos (son los que prestan). Segundo, quiere que los políticos los limiten (a los bancos), es decir, que sean intervenidos y estén sujetos a lo que digan los políticos y no los administradores, economistas asalariados, accionistas o clientes. Tercero, se queja de que la UE (y gobernantes de los Estados miembros) apoye las medidas de recorte planteadas por ZP, pero que no vayan a favor de que los mercados (ahora hay que incluir a los "ricos") sean gravados con más impuestos.; pero va a más, y dice que la UE no es UE de verdad porque no tiene un poder para tomar decisiones que afecten a todos los Estados miembros.
Señor Anguita, ¿ahora se olvida del principio democrático? ¿No hemos votado a nuestros gobernantes para que tomen decisiones aunque no nos gusten? o ¿es que además tienen que tomar las decisiones que tú quieras?
Pero es que confunde mercado con sector financiero (y a estos le achaca decisiones de los politicos a través de los Bancos Centrales), o nos intenta confundir, porque en su fuero interno sabe que los mercados libres funcionan mejor que intervenidos y que significan más poder a los ciudadanos y menos a los políticos. Es decir, es más DEMOCRÁTICO.

- La economía es politica, y no se puede plantear la Economía como una Ley que está fuera de las decisiones de los seres humanos...Keynes... le metio mano al capital, con el beneplacito del capital, porque sabía que tenía que salir, llegando a gravar el 95%, se salió, ... los trabajadores han creado el plus valor, riqueza, el origen está en el trabajador, y con la historia del mercado, de la economía, como si fuera una ciencia asexuada..."

Keynes metió mano al capital porque le interesaba a los políticos. Detrás de las medidas keynesianas entraba la intervención estatal (los políticos).
La Economía está por encima de la política, y si no por encima, a lado. Sin unas cuentas saneadas y sin liquidez no se puede hacer nada, ni en el mercado ni en la política.
Una medida política no sirve de nada si la economía no la sustenta, por eso es tan grande el Estado y su poder, porque cada vez los políticos necesitan más dinero para llevar a cabo sus medidas, coartando y robándoselo a los bolsillos de los ciudadanos. Necesitan resultados para que los electores les voten cada 4 años y puedan seguir anclados en el sillón.
Es hora de que los ciudadanos nos demos cuenta de que somos nosotros los que pagamos a los políticos y sus proyectos, y que ese coste no nos permite cubrir necesidades o deseos que quisieramos realizar.

Es precisamente la puesta en práctica del keynesianismo y la aparición del Estado de Bienestar, el que ha producido que la economía sufra ciclos de superávit y déficit con crisis. La crisis que estamos pasando es una crisis sistémica, por supuesto, pero del sistema socialista (intervenido) en el que vivimos. Estamos en un sistema económico intervenido y se darán cuenta cuando se respondan a estas preguntas:
¿Para qué sirven los Bancos Centrales y quiénes los manejan? ¿Quién establece el tipo de interés de préstamo de los Bancos Centrales? ¿Quién decide dar subvenciones, ayudas, dinero?
Los políticos. Son estos lo que manipulan la economía a su antojo, a nuestro coste y riesgo.


-"¿Entonces para qué hay elecciones? Porque cuando yo voto, voto a alguien para que nos gobierne, pero luego hay unos señores llamados mercados y se imponen a los gobiernos "
"Marx será una antigüaya pero una cosa es cierta, sin trabajador no hay riqueza, no hay plusvalía" "Una empresa puede funcionar hasta sin director, como sea, pero no sin trabajadores, que son los que crean el plusvalor".

Para enmarcar.
Da igual que no haya empresa, ni empresario, ni idea, ni producto que producir, mientras haya trabajadores que trabajen. Parece que Anguita nada más fue a la clase en la que se dió el plusvalor de los trabajadores.
Le recomiendo al señor Anguita que asista a alguna clase de economía, pero no sólo dos tardes.


La última intervención en el apartado económico es relativa a la reforma laboral. Se puede responder con el artículo sobre el despido libre que publiqué hace unos días.

jueves, mayo 20, 2010

Descubriendo porqué es necesario el abaratamiento del despido o el despido libre

No se si fue por inspiración divina, por lo obvio del razonamiento o porque después de tantos meses martilleándonos con la idea, el cerebro sirve para algo y, de repente, surge el argumento.

Ya he comprendido porque un abaratamiento del despido o incluso el despido libre es mucho mejor para los trabajadores y para los parados que la protección laboral de sus contratos, aunque pueda parecer lo contrario. Ahí es .

Patronal y expertos, economistas o no, pregonan a los cuatro vientos que es necesario una reforma del sistema laboral español. Proponen crear nuevos tipos contractuales, reducir los costes por despido o incluso el despido libre. Visto así, suena muy pro-empleador (empresario); por lo que no es extraño que las hordas sociales tiren directamente al casillero de "No válidas" estas propuestas, y no se pase a una etapa de análisis de la crisis laboral que padecemos.

Entrando en la cuestión, y dejando de lado que el despido libre o muy barato, de primera vista, sólo beneficia a los empresarios, hay que aclarar que quién da trabajo es la empresa (empresarios, ni sindicatos ni políticos...¿o sí?). En España, el 90% de la empresas que dan trabajo son PYMES y no grandes multinacionales "egoístas y endemoniadas", son pequeños empresarios los que se juegan su dinero para producir y dar trabajo a otros.
Por lo tanto, si ese pequeño empresario va bien, sus trabajadores seguirán trabajando e irán, generalmente, bien (entendemos que es mejor para una persona trabajar que estar sin trabajo).

Por despido libre vamos a entender que el empresario no va a tener que compensar económicamente al trabajador que despide.
Por despido muy barato vamos a entender que el empresario va a tener que compensar económicamente al trabajador que despide, pero pocos días por año trabajado.

¿Por qué estas dos fórmulas favorecen a los trabajadores si no van a tener una compensación si los despiden?

La primera respuesta puede ser porque seguirán trabajando.
El empresario, en estos tiempos de crisis que corren, piensa si le conviene seguir teniendo a ese trabajador en plantilla. Sopesa costes y riesgos.
Con la actual regulación laboral, el empresario despide al trabajador, le paga la indemnización y a la calle. No le compensa tener al trabajador otro año más en su empresa porque no sabe como va a estar la situación económica el año que viene, y mantenerlo significaría que tendría que pagarle los 40 días más por ese año de más trabajado. Por prudencia lo despide, no le salen las cuentas.

Con un despido muy barato o libre, al empresario le da igual mantener al trabajador en su empresa porque el cálculo, llegado el caso de tener que despedirlo, no le va a suponer un aumento serio en los gastos (despido libre); o porque en el cálculo realizado en el año 0, con una indemnización de pocos días, le entra en las cuentas de resultados a más empresas los pocos gastos que significarían el despido.

Otra respuesta posible es que producirá un aumento de la contratabilidad o el cambio de mentalidad de los empresarios para contratar indefinidamente. Si los empresarios no tienen que calcular costes futuros de indemnizaciones serán más propensos a contratar, por lo que aumentaría el número de trabajadores.

La oposición sindical y socialista es muy lista, (y aplica ya el despido libre a sus trabajadores) no sólo exigen que haya trabajo, sino que el trabajo no sea precario, no haya contratos basuras y que los trabajadores tengan las mejores condiciones posibles siempre. El problema es, y lo ponía entre paréntesis más arriba, por qué entendemos que es lo mejor para el trabajador: trabajar sea como sea o estar en el paro. Para los sindicatos, lo mejor es que los trabajadores que estén trabajando conserven sus empleos con condiciones excelentes, acosta de que existan 5 millones de parados, esos no les importan.

Me imagino y es normal que surja la siguiente pregunta:

¿Qué podrán hacer los trabajadores si no tienen la indemnización después de estar trabajando muchos años? ¿De qué viven?

Ahorrar.

Ahorrar significa que los trabajadores (en general, los ciudadanos) preveen que necesitan recursos para el futuro y guardan parte de los recursos actuales para satisfacer necesidades futuras. Piensan en su situación actual y la que puedan tener dentro de un tiempo, y actúan responsablemente proveyéndose y no malgastando el dinero conseguido (endeudándose).

Si la tónica general de los trabajadores fuera ésta, el aumento de ahorro produciría que surgieran en el mercado soluciones para satisfacer esa demanda: fondos de ahorro, seguros de desempleos... que competirán para satisfacer a los trabajadores ahorradores.
A su vez, esta aparición de oferta generará que los trabajadores busquen lo mejor para su dinero, aumentando el conocimiento de los mercados financieros y de seguros, la cultura económica y de la responsabilidad.

Espero que ayude esta reflexión a otros "buscadores del bien social" a entender la propuesta del despido libre o abaratar el despido.

Porque no haya 5.000.000 de españoles sin trabajo,

¡DESPIDO LIBRE YA!

miércoles, mayo 19, 2010

Práctica del sistema socialista en la Empresa-La Rebelión de Atlas-

Tenía pensado publicar una pequeña reflexión sobre el abaratamiento del despido. Lo dejo para más adelante.

He empezado a leer un artículo con fragmentos de la novela "La Rebelión de Atlas" de Ayn Rand alrededor de la frase: "de cada cual según su capacidad, a cada cual según su necesidad" publicado en Liberalismo.org que quiero trasladar a este blog.

Tal cual lo copio.

Fragmento de la novela "La rebelión de Atlas", reeditada en Argentina por la editorial Grito Sagrado. Puede adquirise en las direcciones aportadas por la web del libro.

-En la fábrica donde trabajé veinte años ocurrió algo extraño. Fue cuando el viejo murió y se hicieron cargo sus herederos. Eran tres: dos hijos y una hija que pusieron en práctica un nuevo plan para dirigir la empresa. Nos dejaron votar y todo el mundo, o casi todo el mundo, lo hizo favorablemente, porque no sabíamos en realidad de qué se trataba. Creíamos que ese plan era bueno, o mejor dicho, pensamos que se esperaba de nosotros que lo creyésemos bueno. Consistía en que cada empleado en esa fábrica trabajaría según su habilidad o destreza, y sería recompensado de acuerdo a sus necesidades. Nosotros... pero ¿qué le ocurre, señora? ¿Por qué me mira de ese modo?

-¿Cómo se llamaba esa fábrica? – preguntó Dagny con voz apenas perceptible.

-Twentieth Century Motor Company, señora. En Starnesville, Wisconsin.

-Continúe.

-Votamos por el plan en una gran reunión a la que asistimos unos seis mil, es decir, todos los que trabajábamos allí. Los herederos de Starnes pronunciaron largos discursos, no demasiado claros, pero nadie hizo preguntas. Ninguno estaba seguro de cómo funcionaría ese plan, pero todos pensábamos que nuestros compañeros lo habían comprendido. Si alguien tenía dudas al respecto, se sentía culpable y debía mantener la boca cerrada, porque todo aquel que se opusiera al plan hubiese parecido un desalmado, al que no era justo considerar humano. Nos dijeron que aquel plan significaba la concreción de un ideal muy noble. ¿Cómo íbamos a pensar lo contrario? ¿No habíamos oído decir durante toda nuestra vida, a nuestros padres y maestros, y a los pastores religiosos, leído en todos los periódicos y visto en todas las películas, y escuchado en todos los discursos públicos que aquello era recto y justo? Quizá nuestra conducta en la reunión podía ser comprensible hasta cierto punto. Votamos por el plan, y conseguimos lo previsto. Usted sabe, señora, que quienes trabajamos durante los cuatro años del plan en la fábrica Twentieth Century somos hombres marcados. ¿Qué se supone que es el infierno? Maldad, pura y simple, ¿verdad? Pues bien, eso es lo que vimos allí y lo que ayudamos a construir. Creo que estamos condenados por eso y quizá no se nos perdone nunca...

"¿Sabe cómo funcionó aquel plan y cuáles fueron sus efectos en nosotros? – continuó explicando el vagabundo –. Es como verter agua en un depósito en cuya parte inferior hay un caño por el que se vacía con más rapidez de la que usted lo llena y cada balde que echa dentro ensancha ese desagüe cada vez más, entonces cuanto más uno duramente trabaja, más se le exige; primero trabaja cuarenta horas semanales, luego cuarenta y ocho, y, más tarde, cincuenta y seis, para pagar la cena del vecino, la operación de su mujer, el sarampión del niño, la silla de ruedas de su madre, la camisa de su tío, la educación de su sobrino, o para el niño que ha nacido en la casa de al lado, o el que va a nacer; en fin para cuantos lo rodean, y que han de recibirlo todo, desde pañales a dentaduras postizas, mientras uno trabaja desde el amanecer hasta la noche, un mes tras otro y un año tras otro, sin tener más para mostrarles a esas personas que el propio sudor, sin otra expectativa que la complacencia de los demás para el resto de su vida, sin descanso, sin esperanza, sin fin... De cada uno según sus capacidades, para cada uno de acuerdo con sus necesidades...

"Nos dijeron que formábamos una gran familia, que todos participábamos en la empresa juntos, pero no todos trabajábamos ante la luz de acetileno diez horas diarias, ni padecíamos a la vez un dolor de vientre. ¿Cómo establecer, de un modo exacto, la capacidad de unos y las necesidades de otros? Cuando todo se hace en común, no es posible permitir que cualquiera decida sobre sus propias necesidades, ¿verdad? Si lo hace, pronto acabará pidiendo un yate, y si sus sentimientos son los únicos valores en que podemos basarnos, nos demostrará que es cierto. ¿Por qué no? Si no tengo derecho a tener un auto, hasta que caiga en una sala de hospital por haber trabajado para proporcionarle un coche a cada holgazán y a cada salvaje del mundo, ¿por qué no puede exigirme también un yate, si aún sigo de pie, si no he colapsado? ¿No? ¿Por qué no? Y entonces, ¿por qué no exigirme también que prescinda de la crema de mi café, hasta que él haya podido pintar su habitación...? ¡Oh, bien!... Acabamos decidiendo que nadie tenía derecho a juzgar sus propias necesidades o sus propias convicciones, y que era mejor votar sobre ello. Sí, señora, votábamos en una reunión pública que se celebraba dos veces al año. ¿De qué otro modo podíamos hacerlo? ¿Imagina lo que sucedía en semejantes reuniones? Bastó una sola para descubrir que nos habíamos convertido en mendigos, en unos mendigos de mala muerte, gimientes y llorones, ya que nadie podía reclamar su salario como una ganancia lícita, nadie tenía derechos ni sueldos, su trabajo no le pertenecía sino que pertenecía a ‘la familia’, mientras que ésta nada le debía a cambio y lo único que podía reclamarle eran sus propias ‘necesidades’, es decir, suplicar en público un alivio a las mismas, como cualquier pobre cuando detalla sus preocupaciones y miserias, desde los pantalones remendados al resfriado de su mujer, esperando que ‘la familia’ le arrojara una limosna. Tenía que declarar sus miserias, porque eran las miserias y no el trabajo lo que se había convertido en la moneda de aquel reino, así que se convirtió en una competencia de seis mil pordioseros, en la que cada uno reclamaba que su necesidad eran peor que la de sus hermanos. ¿Qué otra cosa podíamos hacer? ¿Quiere saber lo que ocurrió? ¿Quiere saber quiénes mantuvieron la calma, sintiendo vergüenza y quiénes se aprovecharon de la situación?

"Pero eso no fue todo. En la misma reunión se descubrió otra cosa. La producción de la fábrica había disminuido en 40 por ciento en el primer semestre, y se llegó a la conclusión que alguien no había trabajado ‘de acuerdo con su destreza o capacidad’. ¿Quién era? ¿Cómo averiguarlo? La ‘familia’ votó también sobre eso. Así se determinó quiénes eran los más capacitados, y a éstos se los sentenció a trabajar horas extra cada noche durante los siguientes seis meses. Horas extras sin paga, porque no se pagaba por el tiempo trabajado, ni por la tarea realizada, sino tan sólo según las necesidades.

"¿Quiere que le cuente lo que sucedió después? ¿Y en qué clase de seres nos fuimos convirtiendo, los que alguna vez habíamos sido seres humanos? Empezamos a ocultar nuestras capacidades y conocimientos, a trabajar con lentitud y a procurar no hacer las cosas con más rapidez o mejor que un compañero. ¿Cómo actuar de otro modo, cuando sabíamos que rendir al máximo para ‘la familia’ no significaba que fueran a darnos las gracias ni a recompensarnos, sino que nos castigarían? Sabíamos que si un sinvergüenza arruinaba un grupo de motores, originando gastos a la compañía, ya fuese por descuido o por incompetencia, seríamos nosotros los que pagaríamos esos gastos con horas extra y trabajando hasta los domingos. Por eso, nos esforzamos en no sobresalir en ningún aspecto.

"Recuerdo a un joven que empezó lleno de entusiasmo por ese noble ideal, un muchacho brillante, sin estudios, pero con una inteligencia asombrosa. El primer año ideó un plan de trabajo que nos ahorró miles de horas-hombre y lo entregó a ‘la familia’, sin pedir nada a cambio, aunque tampoco hubiera podido hacerlo. Se portó como creía correcto, lo hacía por el ideal, según dijo. Pero cuando en una votación lo declararon el más inteligente de todos, y lo sentenciaron a trabajar de noche porque no habíamos conseguido extraerle aún lo suficiente, cerró la boca y el cerebro. Le aseguro que el segundo año no aportó ninguna idea nueva.

"¿Qué era eso que siempre nos habían dicho acerca de la competencia descarnada del sistema de ganancias, donde los hombres debían competir por ver quién realizaba mejor trabajo que sus colegas? ¿Cruel, no es así? Deberían haber visto lo que ocurría cuando todos competíamos por realizar el trabajo lo peor posible. No existe medio más seguro para destruir a un hombre, que ponerlo en una situación en la que no sólo desee no mejorar, sino que, además, día tras día se esfuerza en cumplir peor sus obligaciones. Dicho sistema acaba con él mucho antes que la bebida o el ocio, o el vivir haciendo malabares para tener una existencia digna. Pero no podíamos hacer otra cosa, estábamos condenados a la impotencia. La acusación que más temíamos era la de resultar sospechosos de capacidad o diligencia. La habilidad era como una hipoteca insalvable sobre uno mismo. ¿Para qué teníamos que trabajar? Sabíamos que el salario básico se nos entregaría del mismo modo, trabajáramos o no, recibiríamos la ‘asignación para casa y comida’, como se la llamaba, y más allá de eso no había chances de recibir nada, sin importar el esfuerzo. No podíamos planear la compra de un traje nuevo para el año siguiente porque quizá nos entregarían una ‘asignación para vestimenta’, o quizá no. Dependía de si alguien no se rompía una pierna, necesitaba una operación o traía al mundo más niños, y si no había dinero suficiente para adquirir ropas nuevas para todos, no lo habría para nadie.

"Recuerdo a cierto hombre que había trabajado duramente toda su vida porque siempre había querido que su hijo fuera a la universidad. Bueno, el muchacho terminó la secundaria durante el segundo año del plan, pero ‘la familia’ no quiso entregar al padre ninguna asignación para que siguiera sus estudios. Dijeron que su hijo no podía ir a la universidad hasta que hubiera suficiente dinero para que los hijos de todos pudieran hacerlo. El padre murió al año siguiente en una riña de bar. Una pelea sobre nada en particular, en la que salieron a relucir navajas. Ese tipo de altercados se estaban haciendo muy frecuentes entre nosotros.

"También, había un viejo viudo y sin familia que tenía una afición: los discos fonográficos. Creo que era todo cuanto pudo desear conseguir de la vida. En otros tiempos solía ahorrar en comida para poder comprar algún disco nuevo de música clásica. Pues bien: no le dieron "asignación" para discos por considerarlo ‘un lujo personal’ pero durante esa misma reunión, una niña fea y desagradable, de ocho años, llamada Millie Bush, que era la hija de alguno, consiguió que votaran para comprarle un par de aparatos de oro para sus dientes, porque se trataba de una ‘necesidad médica’ según el psicólogo que consideró que sino se enderezaban sus dientes, la niña tendría un complejo de inferioridad. El viejo amante de la música se dio a la bebida, hasta tal punto que rara vez lo veíamos sobrio. Pero había algo que no podía olvidar. Cierta noche, mientras se tambaleaba por una calle, vio a Millie Bush y empezó a darle puñetazos hasta dejarla sin un diente, ni uno solo.

"La bebida era lo único que nos proporcionaba algún consuelo y todos nos volcamos a ella en mayor o menor grado. No pregunte de dónde sacábamos el dinero. Cuando todos los placeres decentes quedan prohibidos, existen siempre medios para llegar a los vicios. No se entra a robar a un bar durante la noche ni se registran los bolsillos de un compañero para comprar sinfonías clásicas o adquirir accesorios de pesca, pero sí para emborracharse y olvidar. ¿Accesorios de pesca? ¿Escopetas de caza? ¿Cámaras fotográficas? No existían asignaciones para ese tipo de pasatiempos. La ‘diversión’ fue lo primero que quedó descartado.

"¿Es que acaso no se supone que uno debe avergonzarse por cuestionar cuando alguien nos pide que dejemos algo que nos da placer? Hasta nuestra ‘asignación para cigarrillos’ quedó reducida a dos paquetes mensuales, porque, según dijeron, el dinero debía usarse para comprar leche para los niños. La producción de niños fue la única que no disminuyó, sino que, por el contrario, se hizo cada vez mayor. La gente no tenía otra cosa que hacer y, por otra parte, no tenían por qué preocuparse, ya que los niños no eran una carga para ellos, sino para ‘la familia’. En realidad, la mejor posibilidad para obtener un respiro durante algún tiempo, era una ‘asignación infantil’, o una enfermedad grave.

"Pronto nos dimos cuenta de cómo funcionaba aquello. Quien quisiera jugar limpio, tenía que privarse de todo, perder el gusto por los placeres, aborrecer fumar o masticar chicle, preocupado de que hubiese alguien que necesitara más esas monedas. Sentía vergüenza de la comida que tragaba, preguntándose quién la habría pagado con sus horas extras, pues sabía que esa comida no era suya por derecho propio y prefería ser engañado antes que engañar. Podía aprovecharse, pero no hasta el punto de chupar la sangre de otro. No se casaba ni ayudaba en sus hogares para no ser una nueva carga para ‘la familia’. Además, si conservaba cierto sentido de la responsabilidad, no podía casarse y tener hijos, puesto que no le era posible planear, prometer, ni contar con nada. Pero los desorientados y los irresponsables se aprovecharon. Trajeron niños al mundo, se casaron, y trajeron consigo a todos los indignos parientes que tenían en todo el país, y a cada hermana soltera que quedaba embarazada y con el fin de obtener ‘asignaciones por incapacidad’, contrajeron más enfermedades de las que cualquier médico podía atender, arruinaron sus ropas, sus muebles y sus casas, pero ¡qué importaba!: ‘la familia’ pagaba todo. Así, encontraron más modos de tener ‘necesidades’ que los que nadie hubiera podido imaginar, desarrollaron una habilidad especial para eso, la única habilidad que mostraban.

"¡Por Dios, señora! ¿Se da cuenta de lo que sucedió? Se nos había dado una ley con la cual vivir y que llamaban ley moral, que castigaba a quienes la cumplían. Cuanto más tratábamos de vivir de acuerdo con esa ley, más sufríamos y cuando más la burlábamos, mayores recompensas obteníamos. La honestidad era una herramienta entregada a la deshonestidad ajena. Los honestos pagaban, mientras los deshonestos cobraban. El honesto perdía y el deshonesto ganaba. ¿Cuánto tiempo puede un ser humano permanecer bueno con semejante ley? Éramos un buen grupo de personas decentes al principio. No había demasiados oportunistas entre nosotros. Conocíamos bien nuestra tarea, nos sentíamos orgullosos de ella, y trabajábamos para la mejor fábrica del país, propiedad del viejo Starnes, que sólo admitía en su plantel a los más selectos obreros. Al cabo de un año del nuevo plan, no quedaba entre nosotros ni una sola persona decente. Aquello era maldad, la clase de maldad horrible e infernal con la que los predicadores solían asustarnos, pero que uno nunca imaginamos que existiera. No es que el plan haya incentivado a algunos cuantos bastardos, sino que transformó a la gente decente en cretinos, sin que se pudiera obrar de otra manera... ¡y a eso llamaban ideal moral!

"¿Para qué habríamos de desear trabajar? ¿Por amor a nuestros hermanos? ¿Qué hermanos? ¿Para los aprovechadores, los sinvergüenzas, los holgazanes que veíamos a nuestro alrededor? Si eran simuladores o incompetentes, si no querían trabajar o estaban incapacitados para hacerlo, ¿qué nos importaba a nosotros? Si quedábamos reducidos para toda la vida al nivel de su capacidad, fingida o real, ¿para qué preocuparnos? No teníamos manera de saber cuáles eran sus verdaderas condiciones, carecíamos de medios para controlar sus necesidades. Lo único que se sabía era que estábamos convertidos en bestias de carga, luchando ciegamente, en un lugar que era mitad hospital, mitad almacén, sin marchar hacia ningún objetivo, excepto la incompetencia, el desastre y las enfermedades. Éramos bestias colocadas allí como instrumentos de aquél que quisiera satisfacer las necesidades de otro.

"¿Amor fraternal? Fue allí cuando aprendimos a aborrecer a nuestros hermanos por primera vez en la vida. Los odiábamos por todas las comidas que ingerían, por los pequeños placeres que disfrutaban, por la nueva camisa de uno, el sombrero de la esposa de otro, una salida familiar, o la pintura de la casa, porque todo eso nos era quitado a nosotros, era pagado con nuestras privaciones, nuestras renuncias y nuestro hambre. Empezamos a espiarnos unos a otros, con la esperanza de sorprendernos en alguna mentira acerca de nuestras necesidades y disminuir las asignaciones en la próxima reunión. Y empezamos a servirnos de espías, que informaban acerca de los demás, revelando, por ejemplo, si alguien había comido pavo el domingo, posiblemente pagado con el producto de apuestas. Empezamos a meternos en las vidas ajenas, provocamos peleas familiares para lograr la expulsión de algún intruso. Cada vez que veíamos a alguno saliendo en serio con una chica, le hacíamos la vida imposible, y así arruinamos numerosos compromisos matrimoniales, porque no queríamos que nadie se casara, no queríamos más gente a la que alimentar.

"En los viejos tiempos, el nacimiento de un niño era celebrado con entusiasmo y generalmente ayudábamos a las familias a pagar sus facturas de la clínica si estaban apretadas. Pero luego, cuando nacía un niño, estábamos varias semanas sin dirigirle la palabra a sus padres. Para nosotros, los niños eran como las langostas para los agricultores. En otras épocas ayudábamos a quien tuviera enfermos en su casa, pero luego... Voy a contarle un solo caso. Se trataba de la madre de un hombre que llevaba con nosotros quince años. Era una anciana afable, alegre e inteligente, que nos llamaba por nuestros nombres de pila, y con la que todos solíamos simpatizar. Un día se cayó por la escalera del sótano, y se fracturó la cadera. Sabíamos lo que eso significaba, a su edad, y el médico dijo que tenía que ser internada en un hospital de la ciudad para someterla a un tratamiento costoso y prolongado. La anciana murió la noche antes de ser traslada a la ciudad para su internación. Nunca se pudo establecer la causa de su fallecimiento. No sé si fue asesinada, nadie lo dijo, nadie hablaba del tema. Todo cuanto sé es que... y esto es lo que no puedo olvidar... es que yo también deseé que muriera. ¡Que Dios nos perdone! Tal era la hermandad, la seguridad, la abundancia que se suponía que el famoso plan nos iba a brindar.

"¿Qué motivo había para que se predicara esta clase de horror? ¿Sacó alguien algún provecho de todo esto? Sí, los herederos de Starnes. No vaya usted a contestarme que sacrificaron una fortuna y que nos entregaron la fábrica como regalo, porque también en esto nos engañaron. Es verdad que entregaron la fábrica, pero los beneficios, señora, dependen de aquello que se quiere conseguir. Y no había dinero en el mundo que pudiese comprar lo que los herederos de Starnes buscaban porque el dinero es demasiado limpio e inocente para tal cosa.

"El más joven, Eric Starnes, era un sometido, sin valor ni energía para hacer nada en especial. Resultó electo director del departamento de Relaciones Públicas que no hacía nada y tenía a sus órdenes a un personal ocioso, por lo cual no tenía por qué quedarse en la oficina. Su paga, en realidad no debería llamarla así, porque no se ‘pagaba’ a nadie... la limosna que se votó para él, era muy modesta, algo así como diez veces mayor que la mía, pero a Eric no le importaba el dinero, porque no hubiera sabido qué hacer con él. Pasaba el tiempo entre nosotros, demostrándonos su compañerismo y su espíritu democrático. Le encantaba que la gente le demostrase afecto. Su mayor empeño consistía en recordarnos a cada instante que nos habían dado la fábrica. Ya no podíamos soportarlo.

"Gerald Starnes era nuestro director de producción. Nunca pudimos averiguar la medida de su rastrillaje de ganancias, pero hubiéramos necesitado todo un equipo de contadores y otro de ingenieros para saber de qué modo todo aquel dinero pasaba por una tubería directa o indirectamente a su despacho. Sin embargo, nada figuraba como beneficio particular, sino como medios con los que pagar los gastos de la compañía. Gerald tenía tres automóviles, cuatro secretarias y cinco teléfonos, y solía organizar fiestas con champán y caviar, que ningún gran magnate que pagara impuestos en el país podía permitirse. Gastó más dinero en un año que el que ganó su padre en los dos últimos de su vida. En su despacho encontramos unos cuarenta kilos de revistas, llenas de artículos sobre nuestra fábrica y nuestro noble plan, con grandes retratos de Gerald Starnes, en los que se lo mencionaba como un ‘gran paladín social’. Por la noche le gustaba entrar en las tiendas vestido de etiqueta, con gemelos de brillantes, del tamaño de monedas, desparramando la ceniza de su puro por doquier. Un bruto con plata que no tiene otra cosa que exhibir aparte de su dinero, ya es un tipo desagradable, pero al menos no necesita mostrar que el dinero es suyo y uno puede contemplarlo con la boca abierta si lo desea. Pero cuando un bastardo como Gerald Starnes se exhibe de ese modo y declara una y otra vez que no le preocupa la riqueza material y que sólo sirve a ‘la familia’, que todos aquellos lujos no son para él sino en beneficio del bien común porque es preciso mantener el prestigio de la firma y del noble plan de la misma... entonces es cuando uno aprende a aborrecer a esos seres como nunca se ha aborrecido a ningún ser humano.

"Pero su hermana Ivy era peor. A ella realmente no le importaba la riqueza material. La asignación que recibía no era mayor que la nuestra, y siempre iba con zapatos chatos y faldas simples y camisas, con el fin de demostrar su indiferencia. Era directora de Distribución, a cargo de nuestras necesidades, la que, en realidad, nos tenía agarrados del cuello. Se suponía que la distribución se realizaba por votación, por la voz de la gente, pero cuando la gente son seis mil voces roncas que tratan de decidir sin ningún criterio, medida o razón, cuando no existen reglas y cada uno puede pedir lo que quiera sin tener derecho a nada, cuando cada cual ejerce el derecho sobre la vida ajena pero no sobre la suya, todo acaba como efectivamente terminó: Ivy Starnes acabó siendo la voz del pueblo. Al finalizar el segundo año, abandonamos aquella farsa de las ‘reuniones de familia para proteger la eficacia productora y economizar tiempo’, que solían durar diez días, y todas las peticiones fueron enviadas directamente a la oficina de la señorita Starnes. No, no eran enviadas. Mejor dicho, cada peticionante en persona debía presentarse allí y ella elaboraba una lista de distribución que nos leía en una reunión que duraba tres cuartos de hora. Luego votábamos. Había diez minutos para la discusión y las objeciones, pero no formulábamos ninguna, para ese tiempo ya nos habíamos dado cuenta. Nadie puede dividir la renta de una fábrica entre miles de obreros, sin una norma con que medir el valor de la gente. La de la señorita Ivy era la adulación a su persona. ¿Desinteresada? En los tiempos de su padre todo su dinero no le hubiera permitido hablar al tipo más bajo de su empresa en el modo como ella solía hablarles a nuestros más hábiles obreros y a sus esposas. Tenía unos ojos pálidos, vidriosos, fríos y muertos. Si se quería conocer la maldad absoluta, bastaba con observar cómo resplandecían sus ojos cuando alguien le respondía a un cuestionamiento para entonces ya no recibir más que la "asignación básica". Al observar aquello, comprendíamos el motivo real de quienes fueran capaces de apreciar la consigna: ‘De cada cual según su capacidad; a cada cual según sus necesidades’.

"Allí residía el secreto de todo. Al principio no dejaba de preguntarme cómo era posible que hombres educados, justos y famosos, pudieran cometer un error semejante y presentar como buena tal abominación, cuando cinco minutos de reflexión les hubieran indicado lo que sucedería en caso de que alguien pusiera en práctica semejante idea. Ahora comprendo que no obraron así por error, porque errores de este tamaño no se cometen nunca inocentemente. Cuando alguien se hunde en alguna forma de locura, imposible de llevar a la práctica con buenos resultados, sin que exista, además, razón que la explique, es porque tiene motivos que no quiere revelar. Y nosotros no éramos tampoco tan inocentes cuando votamos a favor del plan, en la primera reunión. No lo hicimos sólo porque creyéramos que la vieja y empalagosa farsa que nos presentaban fuera buena. Teníamos otro motivo, pero la farsa nos ayudó a ocultarlo de nuestros vecinos y de nosotros mismos. La farsa nos daba una posibilidad de hacer pasar como virtud algo de lo que nos hubiéramos avergonzado. Ninguno votó sin pensar que dentro de una organización de tal clase participaría en los beneficios de quienes eran más hábiles que él. Nadie se consideró lo bastante rico y listo para no creer que alguien lo sobrepasaría, y este plan lo participaría de la riqueza y la inteligencia ajenas. Pero pensando conseguir beneficios de quienes estaban por encima, olvidamos que había seres inferiores, que buscaban lo mismo de nosotros, olvidamos a los inferiores que tratarían de explotarnos del mismo modo que cada uno intentaría explotar a sus superiores. El obrero impulsado por la idea de que sus necesidades le daban derecho a un automóvil como el de su jefe, olvidó que todo pordiosero y vagabundo de la tierra empezaría a exigir un refrigerador como el del obrero. Ése fue nuestro motivo real cuando votamos. Tal es la verdad pero no nos gustaba reconocerlo y cuanto más lo lamentábamos, más alto gritábamos nuestro amor hacia el bien común.

"Conseguimos lo que nos habíamos propuesto, pero cuando nos dimos cuenta de lo que aquello representaba, ya era demasiado tarde. Estábamos atrapados, sin lugar adónde huir. Los mejores de entre nosotros abandonaron la fábrica en la primera semana del plan. Así perdimos a los mejores ingenieros, supervisores, capataces y obreros especializados. Todo el que se respete no quiere verse convertido en vaca lechera de la comunidad. Algunos intentaron impedir el proyecto, pero no lo consiguieron. Los hombres huían de la fábrica como de una zona infectada, hasta que no quedaron más que los necesitados, sin habilidad ni condiciones.

"Si algunos de nosotros, dotados de ciertas cualidades, optamos por quedarnos, fue porque llevábamos allí muchos años. En los viejos tiempos, nadie renunciaba a Twentieth Century y no podíamos hacernos a la idea de que aquellas condiciones ya no existieran más. Transcurrido algún tiempo, nos fue imposible marcharnos, porque ningún otro empresario nos habría admitido, y no se los puede culpar. Nadie, ninguna persona respetable, quería tratar con nosotros. Los dueños de las tiendas donde comprábamos empezaron a abandonar Starnesville a toda prisa, hasta que no nos quedaron más que los bares, las salas de juego y algunos comerciantes estafadores y aprovechadores, que nos vendían bazofia a precios exorbitantes. Nuestras asignaciones fueron perdiendo valor a medida que aumentaba el costo de vida. En la empresa, la lista de los necesitados se fue estirando, al tiempo que la de sus clientes se acortaba. Cada vez era menor la riqueza a dividir entre más y más gente. En los viejos tiempos solía decirse que Twentieth Century Motors era una marca tan buena como el oro. No sé qué pensarían los herederos de Starnes si es que pensaban algo, pero tengo la impresión de que, igual que todos los planificadores sociales y los salvajes insensatos, estaban convencidos de que aquella marca era en sí misma una especie de emblema mágico dotado de un poder sobrenatural que los mantendría ricos, igual que a su padre. Pero cuando nuestros clientes empezaron a notar que nunca lográbamos entregar un pedido a tiempo, y que siempre había algún defecto en los que entregábamos, el mágico emblema empezó a operar en sentido inverso: la gente no aceptaba un motor marca Twentieth Century ni regalado. Llegó un momento en que nuestros únicos clientes fueron los que nunca pagaban ni pensaban hacerlo, pero Gerald Starnes, embrutecido y engreído por su propia publicidad, empezó a ir de un lado a otro con aire de superioridad moral, exigiendo que los empresarios nos pasaran pedidos, no porque nuestros motores fueran buenos, sino porque necesitábamos esos pedidos urgentemente.

"Por aquel entonces, una ciudad fue testigo de lo que generaciones de profesores pretendieron no observar. ¿Qué beneficios podría reportar nuestra necesidad a una central eléctrica, por ejemplo, si sus generadores se paraban a causa de un defecto en nuestros motores? ¿Qué beneficio reportaría a un hombre tendido en una camilla de operaciones, si, de pronto, se le cortara la luz? ¿Qué bien haría a los pasajeros de un avión si el motor fallaba en pleno vuelo? Y si adquirían nuestros productos no por su calidad sino por nuestra necesidad, ¿la acción moral del propietario de la central eléctrica, del cirujano y del fabricante del avión sería buena, justa y noble?

"Sin embargo, tal era la ley moral que profesores, directivos y pensadores habían querido establecer. Si esto fue lo que ocurrió en una pequeña ciudad donde todos nos conocíamos, ¿imagina lo que hubiera sido a escala mundial? ¿Imagina lo que hubiera ocurrido si hubiéramos tenido que vivir y trabajar, sujetos a todos los desastres y a todos los inconvenientes del planeta? Trabajar pensando en que si alguien fallaba en cualquier lugar, era uno quien debería pagarlo. Trabajar sin posibilidad alguna de progreso, con la comida, la ropa, el hogar y las distracciones pendientes de una estafa, una crisis de hambre o una peste en cualquier lugar del mundo. Trabajar sin posibilidades de una ración extra, hasta que los camboyanos tuvieran alimento suficiente o hasta que todos los patagónicos hubieran ido a la universidad. Trabajar con un cheque en blanco, en poder de cada criatura nacida, hombres a los que nunca vería, cuyas necesidades no conocería, cuya laboriosidad, pereza o mala fe nunca podría llegar a aprender o cuestionar. Tan sólo trabajar, trabajar y trabajar, dejando que las Ivys o los Geralds del mundo decidieran qué estómagos habrían de consumir el esfuerzo, los sueños y los días de su vida. ¿Es ésta la ley moral a aceptar? ¿Es éste un ideal moral?

"Lo intentamos y aprendimos la lección. Nuestra agonía duró cuatro años, desde la primera reunión hasta la última, y todo terminó del único modo que podía terminar: en la quiebra. Durante la última reunión, Ivy Starnes fue la única que intentó forcejear un poco. Pronunció un corto, desagradable y agresivo discurso en el que dijo que el plan había fracasado porque el resto del país no lo había aceptado, que una sola comunidad no podía llevarlo a la práctica y triunfar en medio de un mundo egoísta y avaro; que el plan era un ideal noble, pero que la naturaleza humana no estaba a su altura. Un joven, el mismo que había sido castigado por habernos dado una idea útil durante el primer año, se puso de pie, mientras todos seguíamos sentados en silencio, y se dirigió a Ivy Starnes, que ocupaba el estrado. No dijo nada, sino que la escupió en la cara. Y ése fue el fin del noble plan de Twentieth Century.