A las ocho y media de la tarde de ayer en el Palacio Episcopal de Jerez de la Frontera, Pío Moa empezaba una conferencia titulada: "Los mártires durante la II República".
En el comienzo, destacó que no se iba a extender demasiado ya que el coloquio suele ser la parte más interesante. Promesa que cumplió ya que el reparto del tiempo fue casi mitad y mitad, con unos cuarenta minutos para la intervención de los asistentes.
Durante la preparación de este artículo, me sorprende el descubrimiento del último artículo del blog de Pío Moa en LD que versa sobre esta conferencia, por lo cual les remito a ella si quieren saber el contenido exacto de la misma.
Me posicionaré pues en las reflexiones propias que surgen al haberle escuchado la conferencia y las respuestas a algunas cuestiones propuestas en el coloquio.
Primeramente, me fijaré en la figura del historiador, periodista y conferenciante. Es criticado por los progres por el hecho de estudiar ese período, incluso con fuentes izquierdistas de la época republicana, y publicar esos estudios; cuando esos mismos progres en la época del régimen o estaban callados o simpatizaban con el poder.
Es decir, si antes lo rebelde era ser de mentalidad marxista y antifranquista, y eso estaba fuera de lo "políticamente correcto", ahora resulta, que mostrar la otra visión de la que antes defendía Pío Moa, también esta fuera de lo "correcto". En estos tiempos es atacado y llamado pro-franquista por aquellos que fueron franquistas de camisa azul, y que por cuestiones de la Transición se adhirieron a la nueva bandera del Prisoismo.
Quizás, el complejo de esa parte de la sociedad que si atiende a estos nuevos caminos del análisis del segundo tercio del siglo XX en España hace que las fauces de los ostentadores de la verdad les arrebate la legitimidad de defender estos estudios.
En el aspecto de fondo de la conferencia, no me sorprende mucho la información novedosa a la que accedía, ya que los libros y artículos de Moa vienen avisando desde hace bastante tiempo por donde fue la Historia que él ha estudiado.
En un aspecto de forma, una pega que se le puede poner es la lectura de la conferencia; aunque es posible que tenga sus razones para ella.
El transcurso de la jornada no vio la polémica hasta el final, donde dos intervinientes (uno, identificado por si mismo como miembro de Izquierda Republicana y el otro perteneciente a un grupo de investigadores local) hicieron en diferente medida de contrapesos al resto de intervenciones de los asistentes.
El primero le pidió más información sobre esa posible intervención de Azaña en la preparación de un golpe de Estado, con correctos modales, sin más intención de buscar una explicación más amplia. La segunda, en cambio, desde el principio intentó poner en jaque al conferenciante, cuya compostura no cambio, al igual que en el resto de intervenciones.
Cada uno puede sacar sus propias conclusiones a las ideas reflejados en el artículo de hoy del autor. Las mías las iré madurando y las escribiré cuando llegue su turno.
Desde el punto de vista de asistente, y como algunos otros se decían entre si, puedo comentar que la conferencia se fue un poco por otros derroteros, como la situación de la Iglesia a lo largo de la república, la de los sacerdotes en las provincias Vascongadas y catalanas, y el desarrollo del proceso hacia la guerra entorno a la vida religiosa de la sociedad, a los que su título marcaba, que era sobre los mártires.
Pero como Pío Moa respondía a algunos durante la firma de libros, si tuviera que hablar de todos los mártires no terminaría nunca.
No me defraudó en absoluto, y por suerte en mi ciudad no hay energúmenos que intentan boicotear estos actos de libertad, como se puede apreciar en este vídeo grabado en la universidad dirigida por el socialista Peces-Barbá.
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