La libertad es tan difícil de conseguir como fácil de perder.

Dios nos dio la voluntad; la voluntad, la libertad, y ésta, el mercado.El mercado nos hizo libres, y el Estado nos llevó a la esclavitud.

Trabajador, si los políticos nada más ayudan a los empresarios, ¡HAZTE EMPRESARIO!

domingo, mayo 24, 2009

El cuento de las Autonomías

España de las Regiones

Había una vez una clase donde todos los alumnos estaban sentados en mesas y sillas iguales. Así, por un lado pertenecía a esa clase llamada España, Andalucía, una chica grande para su edad, de familia trabajadora; Extremadura, hija de emigrantes, con ancentros nobiliarios, que se trasladaron del pueblo a la ciudad; Cataluña, hijo de los nuevos ricos de la epoca, los burgueses; Navarra, un chico tímido pero de gran corazón, hijo de un aristócrata venido a menos, y así también teníamos a Asturias, de familia minera y de ganaderos; a Murcia, hija de unos campesinos hortofruticolas, a Vascongadas, una muchacha de gran carácter de padres venidos de la montaña; a Galicia, de familia marinera...

Un día, Cataluña, acostumbrado al bienestar de su casa, y viendo que en la clase el profesor trataba a todos igual, y que el tenía que sentarse en una sencilla silla de colegio, empezó a idear con sus amiguitos Galicia y Vascongadas un plan. La idea era conseguir sentarse en vez de en sillas, en sillones, y le dijeron al profesor que lo necesitaban para concentrarse mejor y así estudiar más concienzudamente.

Esta idea, disparatada porque en las demás clases del colegio todos se sentaban en esas sillas, fue acogida con interés por parte de Andalucia, que estaba cansada de la silla, pequeña para su tamaño, en la que se tenía que sentar. El profesor, con el miedo de que todos los alumnos exigieran sillones, lo que provocaría tanto un gasto excesivo para el colegio como una reducción del espacio de la clase, buscó unos sillones para que Cataluña, Vascongadas y Galicia se sentaran, sacándolos de la sala de profesores.

Unos días después, Andalucia fue a ver al profesor, y le pidió que sufría por la silla que tenía...Así, uno a uno, los alumnos fueron viendo al profesor, y como no había suficientes sillones en la sala de profesores, el profesor tuvo que convencer al director del colegio para que se comprasen para el resto de alumnos. El profesor, incluso, se convenció de que esa era la mejor manera para que sus alumnos estudiaran y aprendieran.

2 comentarios:

Lidia Menacho Romero dijo...

¿de dónde has sacado esto?... es un poco simplon pero efectivo

yennego dijo...

En unos días la segunda parte...