La libertad es tan difícil de conseguir como fácil de perder.

Dios nos dio la voluntad; la voluntad, la libertad, y ésta, el mercado.El mercado nos hizo libres, y el Estado nos llevó a la esclavitud.

Trabajador, si los políticos nada más ayudan a los empresarios, ¡HAZTE EMPRESARIO!

miércoles, mayo 11, 2011

Sobre el Estado, la Nación y el mercado

No es lo mismo el Estado que la Nación. El Estado es la estructura política que organiza la sociedad de un territorio y la Nación es una entidad histórica-cultural a la que se sienten pertenecientes los miembros de una sociedad-comunidad. Por mercado vamos a entender, como ya se ha comentado en otros artículos, sin ser novedosos, en el conjunto de relaciones voluntarias de todo tipo que establecen los individuos en una sociedad.

A los liberales, capitalistas y favorables a la globalización, se les ha tildado de antipatriotas; se ha contrapuesto un ideal de la Nación, que no era más que el interés colectivo; o se les ha atacado abiertamente con el argumento que la globalización hace más homogéneo el mundo y diluye la cultura propia de cada sociedad.

El Estado apareció como forma de organizar la Nación de manera que todo pasaba a estar regulado y sometido al poder político. Se utilizaba la Nación como sinónimo al Estado, por lo que lo que era bueno para el Estado era bueno para la Nación. Apelando a los sentimientos de comunidad de las personas, estos iban aceptando ceder más cuotas de libertad individual en favor del poder político.

En el siglo XXI, cuando muchos nos cuestionamos el Estado en favor del mercado, sería conveniente estudiar la importancia del sentimiento nacional para hacer ver que la progresiva desaparación del sector público no va a ir relacionado con la desaparación de la Nación.

Actualmente, aparte del sentimiento nacional, las personas se sienten integradas en multitud de organizaciones o comunidades: familia, ciudad, provincia, región, empresa donde trabaja, equipo de fútbol al que es aficionado, red social que utiliza, periódicos que lee, programas de televisión o radio... Pero esta claro que no todos somos iguales, y los que para unos les hace sentirse más cercano a otros porque comparten aficiones o gustos, otros ese vinculo no lo sienten. Hay españoles de nacimiento que no se sienten propiamente herederos de la tradición hispana, se sienten de ningún lado y de todos, son espíritus libres. Otros, sólo se sienten patriotas de sus regiones de nacimientos o ciudades. Es decir, que incluso existiendo un Estado para proteger supuestos intereses nacionales y sostener a la Patria, hay conciudadanos de ese Estado que no sienten la Nación.

El argumento de "por el bien de la Nación, de los españoles" debería ser sustituido "por el bien del Estado, de la estructura política de la comunidad". Y si alguien realmente no se siente integrado en la comunidad, ¿debería seguir pagando y cumpliendo con los impuestos y demás obligaciones legales?

Quiero comparar la actual situación, descrita anteriormente, con una hipotética, espero que por poco tiempo, situación de mercado libre o ancap. Al igual que en la actualidad, habrá personas más, menos o nada patrióticas; pero, también, seguirá existiendo gente que se sienta unido espiritualmente a otras por la nacionalidad que tengan. Las personas que han sido educadas bajo una cultura se sentirán unidas a diferencias de con otras personas, a priori. Por ejemplo, no es lo mismo llegar a una estación de tren o aeropuerto de un país tercero y encontrarte con unos turistas como tú que hablan español porque son de México, Colombia o Chile; o que sean españoles. Al igual que si en una fiesta donde hay personas de diferentes naciones coinciden dos que trabajan para la misma empresa en sendos países, se sentirán más unidos que otros que trabajen en otras empresas... podrán compartir experiencias o intercambiar impresiones sobre el trabajo. Con las aficiones deportivas o políticas igual.

No quiero reducir el sentimiento nacional a mero sentimiento superficial como ser del Real Madrid o trabajar en el sector bancario. Quiero demostrar que sin Estado, el sentimiento nacional puede permanecer inalterado. El sentimiento nacional, para mí, es una mezcla entre un respeto a la Historia de la sociedad en un territorio que ha permanecido más o menos unido, que ha visto florecer una cultura y una lengua, que comparten forma de ser y, todo eso, insertado en lo más profundo de la persona.

Aún más, si no existiera un Estado tan poderoso y omnipotente, las decisiones políticas serían menos transcendentales para el porvenir de las naciones. Las elecciones políticas tendrían un peso mucho más reducido que actualmente, y los vaivenes interesados no tendrían tanta repercusión como ahora. La permanencia de las naciones como tales, como ideales de sociedad, no se vería dañado por decisiones políticas interesadas de unos pocos oligarcas partidistas, sino por el transcurrir del día a día de sus ciudadanos eligiendo en un mercado libre y en competencia con millones de relaciones voluntarias. No habría que llorar porque la mayoría votó democráticamente a dictadores, corruptos, mentirosos, tontos, interesados o débiles gobernantes.

Seremos liberales, capitalistas o anarcocapitalistas, pero eso no esta reñido con sentirse español y temblar cuando suena el himno nacional y ves ondear la bicolor al viento.

3 comentarios:

Miguel A. Pazos Fernández dijo...

Hombre, puede valer, pero entonces, en un mundo anarcocapitalista donde cada uno se adhiere a la comunidad que quiere, ¿qué territorio delimitas para la comunidad española? Cierto que tampoco tiene por qué ser un territorio y vivir todos interconectados igualmente, pero no creo que tu idea vaya por ahí. Los que somos un poco más galleguistas... ¿tenemos cabida?

Es un tema muy a disscutir.

yennego dijo...

La Nación sería un concepto sin territorio, sería más bien histórico y cultural. Los gallegusitas tenéis cabida, pero si otros siente a Galicia dentro de España no es mi culpa...

Es un tema que se debe discutir porque quitarle al Estado el componente de la Patria es resquebrajar uno de los pilares que lo sostiene.

Miguel A. Pazos Fernández dijo...

A mi el tema de una Nación sin Estado me parece bien, pero es difícil cuando lo que une a la misma comunidad son unas mismas costumbres, una misma cultura, etc, y en ese aspecto España es un galimatías.