
Andalucía, la Bética romana, la que tanto esplendor tuvo con la ocupación islámica, que tanta LUZ dio a la Nación, que tanto luchó por la Libertad, esta sometida al peor régimen posible: la democracia entendida como Aristóteles lo hacia.
La cuna de las libertades patrias, el puerto de allende los mares, la tierra de la que España bebía y disfrutaba, esa tierra hoy esta ignorada, vulgarizada y analfabeta.
La región de "Sea por Andalucía libre, España y la Humanidad" ha perdido su rumbo espiritual, reflejado en las medidas de su gobierno.
En el debate sobre la Memoria Histórica, los representantes gubernamentales huyen ante los hechos recientes y olvidados del pasado marzo del 2004.
La desmemoria de la progresía española era ya conocida, pero no en tal medida. Los hechos recientes son conocidos y contrastados; pero esos no son los que importan. Los que importan es aquellos ya recuerdos del olvido mutuo acordado en la Transición.
¿Por qué los hechos recientes no importan? Muy fácil, porque son espadas apuntando al corazón de muchos contra la pared de la verdad.
El "talante" era eso, la diferencia, la manipulación.
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