La libertad es tan difícil de conseguir como fácil de perder.

Dios nos dio la voluntad; la voluntad, la libertad, y ésta, el mercado.El mercado nos hizo libres, y el Estado nos llevó a la esclavitud.

Trabajador, si los políticos nada más ayudan a los empresarios, ¡HAZTE EMPRESARIO!

viernes, diciembre 01, 2006

La palabra

La palabra puede ser verso o prosa. La palabra puede ser "amor" o "comunicación"; la palabra habla por si sola, casi sin pronunciarse, susurro; o por el contrario es necesario clamarla por los vientos, grito.

La palabra comunica, enseña y consuela. Hace callar a dictadores; llorar a alegres; divertir a entristecidos y envalentonar a cobardes. La palabra es la mayor verdad perseguida durante siglos y a la vez es la mayor de las guillotinas.

Una sola es capaz de remover las entrañas de cientos de personas, de ayudar a las conciencias luchadoras y de reconducir razones perdidas.

Con solo utilizarla, se hace el mayor de los avances de la humanidad, el eslabón perdido de ser hombre. El punto de arranque de la civilización.
De hay hasta nuestros días, multitud de complejas uniones léxicas se han creado e ido abandonando para facilitar la comunicación.

La palabra es violada continuamente; cuando se la maltrata día a día con la perdida de miembros por otros más vulgares; cuando no es correspondida, cuando se le enfrenta con su hermanastro el GRITO.
Ese palabrón, que conlleva enfado, agresión, violencia, desconfianza, odio, rencor, no es evolución, sino destrucción.

La palabra es dulce, alegre, paciente, humilde, mansa, agradable; a la vez es mutilada y malutilizada, transformándola en belicosa, altanera, ingrata, soberbia, autoritaria, antidemocrática, falsa.

En la sociedad moderna, la palabra es el medio para hallar la verdad, demostrando que la mentira es descubierta tarde o temprano, sin olvidarla, y la violencia presente, ya que siempre habrá palabras pronunciadas para recordarnos lo ocurrido.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Ini... Sin palabras.