Última clase de Religión

Ayer recibí la que sería mi última clase de Religión. Ya en la última etapa de mi carrera hacia la universidad, con la Selectividad como prueba final, mi colegio ofrece dieciséis horas de lo que llamaríamos religión. Repartidos en dos semanas el primer trimestre y otras dos en el segundo, con cuatro horas cada semana, ayer viernes he dado la última.

Cuando otros compañeros de la pública posiblemente dejaron de recibirlas hace ya años, me sorprendo cuando incluso hoy tengo cosas importantes por saber, detalles que pueden ayudar a desarrollarme como hombre completo.

Los dos días anteriores fueron dedicados a la vida religiosa y a los sacramentos. Dentro de la vida religiosa, la vida seglar o laica, y esquemáticamente las diferentes ordenes monacales, diferencias entre los sacerdotes diocesanos o religiosos...
Los alumnos atendíamos a lo que el religioso de mi colegio nos contaba, interveníamos en aquellos temas más animados y recibíamos una semblanza de otro modo de vida tan distinta a la civil.

Entre los sacramentos, pues nos lo presento como momentos paralelos de la vida del hombre: en el nacimiento, el bautismo; la adolescencia, la comunión; la madurez, la confirmación...Aunque este día aparentemente fuera más aburrido, el transcurso fue llevando a cuestiones puestas por nosotros a lo que el marianista contestaba con experiencias personales a lo largo de su servicio a la comunidad y a Dios: "Si una pareja casada vive en malas condiciones debe separarse, no tienen que sufrir", "Dios quiere que las personas seamos felices, si ella es feliz con ese hombre, aunque no este casado, puede celebrar todos los sacramentos"...

El último día, nos trajo dos fotocopias. Una era los comienzos más interesantes de algunos clásicos: "La Odisea", "El Quijote", de un libro de Hemingway, de Camus, de Kafka...

La otra fotocopia es "La Conversión de Manuel García Morente". El mayor entendedor español de Kant, y seguidor durante toda su vida, exiliado en París por su republicanismo tiene la conversión en los momentos más complicados de su existencia.
El texto es sorprendente y emotivo, te transmite la aparición de Dios y la fe, la reflexión de alguien muy inteligente que ha tenido a Dios apartado durante mucho tiempo pero casi en su muerte necesita de Él. Puede ser uno más de tantos testimonios de conversiones pero destaca el valor intelectual y sentimental del convertido, en un momento de mucha penalidad para él. Un Dios cercano a los sufrimientos.

Agradezco a mi colegio esta parte de la educación que me ha dado, que me ayuda a desarrollarme como hombre, creyente y español, sabiendo las tradiciones, soy un proyecto de hombre en el presente y seré un hombre del futuro.